#SoyLogistico Asociación se reunió con sus asociados para armar un decálogo que permita enfrentar la contingencia del COVID-19 y mantener la cadena de suministro.
“Si la actividad logística es importante en tiempos normales, para lograr que los productos estén a disposición del consumidor en el momento que este lo requiere al más bajo precio posible, en momentos de incertidumbre y de crisis de salud, lo son aún más“, señala la asociación.
Destaca que estas 10 acciones no son limitativas y deberán adecuarse al tipo de empresa, giro, tamaño, etc.
Un decálogo ante la crisis
1.- Un plan por escrito: tomar en cuentas todos los escenarios, económicos y de salud, para tener en claro las medidas a seguir. Tomar prevenciones para cada una de las fases de la contingencia que puede llegar incluso al cierre de Cedis.
2.- Comunicación: en estos momentos es importante mantener el flujo de información con claridad y certidumbre, fuera y dentro de la empresa y para ello utilizar herramientas de videoconferencia para mantener una comunicación estrecha con proveedores y clientes para obtener retroalimentación de entregas, abasto de inventario para temporadas del segundo semestre y buscar sinergias con ellos.
3.- Salvaguardar la salud de los colaboradores: el lavo de manos, cubrebocas, alcohol en gel, inspecciones en los cedis, censo de población de personal vulnerable, entrevista de síntomas, sanitización de unidades e instalaciones, seguir protocolos de la autoridades y evitar contacto con clientes.
4.- Higiene en instalaciones: centros de distribución, puntos de venta
y lugares de trabajo, blindándolos para mantener un ambiente de trabajo limpio y saludable con distanciamiento social.
5.- Mantener productividad: tener las reuniones necesarias, capacitaciones en línea, generación de proyectos y energía positiva entre los colaboradores.
Logística al rescate frente al COVID-19
6.- Asegurar operaciones: tener claro los roles de operación, definir protocolos de interacción por actividad para la operación del día a día, tener un plan b en caso de que alguien enferme y mantener todas las medidas de seguridad.
7.- Ajustar el pronóstico de demanda y compra: ante el impacto del COVID-19 y el tipo de cambio peso-dólar, se aconseja investigar cómo fueron las recuperaciones en otros momentos de crisis, como la del 2008 por ejemplo, centrarse en los productos que dejan rentabilidad, seguimiento de inventarios, recurrente comparación de ventas reales con las esperadas, ajustar presupuesto para el 2020, ajuste de metas, ajuste de inventario y ajuste de la cadena de suministro ante la nueva demanda.
8.- Reforzar acciones contra el robo: con la contratación de custodias para realizar las entregas en cedis de clientes o puntos de venta en zonas
más inseguras, reducir horarios y cabildear con cámaras, asociaciones y autoridades para lograr un estado de derecho que permita el abasto seguro.
9.- Considerar proveedores alternos: para no sufrir una interrupción de servicios, acercarse a proveedores adicionales, para por ejemplo la entrega al interior del país, para adquirir material de empaque, o cualquier otro servicio para mantener la continuidad de las operaciones.
10.- Poner en acción el Plan de Continuidad de Negocio (BCP) o Plan de Recuperación de Desastre (DRP) si se cuenta con estos, o desarrollarlos de forma multidisciplinaria al interior de cada empresa.
Estos planes deben estipular claramente los pasos a seguir en cada etapa definida en concordancia con los Organismos de Gobierno, en función a la severidad o criticidad y evitar tomar decisiones de pánico.