Augusto Ramos, Vicepresidente de Grupo RAME y actual secretario general de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), anunció oficialmente su candidatura para presidir este organismo, en sustitución de Miguel Ángel Martínez Millán, quien concluirá su gestión en seis meses.
El transportistas realizó este anuncio a través de sus redes sociales, donde compartió un mensaje en el que destacó sus 20 años de experiencia en el sector, siete de ellos como consejero de la Cámara y tres dedicados de tiempo completo al servicio gremial.
En su publicación, Ramos aseguró que la Canacar requiere una nueva visión y un cambio de rumbo para responder a los retos actuales.
He aprendido que si queremos resultados diferentes, no podemos seguir haciendo lo mismo”, subrayó.
Como parte de sus ejes de campaña, el directivo expresó su compromiso con escuchar a cada transportista, recuperar la confianza en la Cámara, impulsar la profesionalización del gremio y orientar a la Canacar hacia una gestión enfocada en resultados.
Asimismo, recalcó que su objetivo es devolver a los transportistas el interés y la confianza en la Canacar. Lo anterior, con presencia en las delegaciones, soluciones reales y una interlocución sólida con autoridades, proveedores y medios de comunicación.
La Canacar no es un club ni un prestigio personal: es un organismo que sólo funciona cuando se sirve con vocación”, afirmó en su mensaje.

Dignificar al sector
En el marco de la Convención Nacional de Canacar 2025, Augusto Ramos ofreció una conferencia de prensa donde detalló las principales propuestas de su campaña.
Uno de los puntos centrales es el déficit de operadores, que actualmente, indicó, asciende a más de 90 mil conductores. No obstante, señaló que esta cifra podría superar los 108 mil en 2028, de acuerdo con estudios de la International Road Transport Union (IRU).
Ante esta situación, Ramos explicó que ya se están implementando pruebas piloto para incorporar operadores de otros países de América Latina, como Colombia y Chile, con licencias homologadas y experiencia comprobada. Este trabajo, dijo, se lleva a cabo en colaboración con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
También destacó la necesidad de fortalecer la formación de nuevos conductores y aprovechar la experiencia de operadores próximos a jubilarse, quienes podrían desempeñarse como formadores en los centros avalados por la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF).
En ese tenor, el candidato subrayó su interés en dignificar la labor del operador.
Yo, siendo hijo de un operador, conozco lo que se siente y lo que se vive al saber que un familiar sale a carretera sin certeza de cómo ni cuándo regresará”, expresó.
2026, año fundamental para el autotransporte
Otro eje de su propuesta se relaciona con la renegociación del T-MEC en 2026, proceso que, aseveró, será determinante para el futuro del autotransporte en México. Ramos recordó que, como Vicepresidente del Transporte en la Concamin, ha participado en mesas de trabajo vinculadas con este tratado.
Durante la conferencia también fue cuestionado sobre el actual estado del sector, calificado como “colapsado” por el presidente saliente. Al respecto, el transportista señaló que una de sus primeras acciones sería reforzar la interlocución con la SICT, particularmente para agilizar trámites que mantienen unidades paradas.
En materia de seguridad, Ramos planteó la necesidad de priorizar la prevención de robos y accidentes mediante el uso de tecnología, capacitación y análisis estadístico. Propuso establecer mesas mensuales de trabajo con autoridades y expertos para diseñar estrategias más efectivas.
Finalmente, frente a la pregunta sobre la pluralidad de aspirantes, Augusto Ramos celebró que existan varios candidatos a la presidencia de la Canacar, al considerar que ello fortalece la democracia y la transparencia en el organismo.
Debe ser una Cámara abierta y de unidad, donde se privilegien las propuestas y los resultados”, afirmó.
CON INFORMACIÓN DE SONIA VÁZQUEZ.
Canacar llama a implementar políticas públicas ante “colapso” del autotransporte de carga