Como se tenía esperado, abril no fue generoso con la comercialización de vehículos pesados en medio de la contingencia sanitaria y la crisis económica desatada por el COVID-19 y es que la venta se desplomó 76.9%.
Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact) reconoce el impacto de la pandemia pero confía que “a pesar del desafío que representa esta pronunciada caída en las ventas, los fabricantes de vehículos para el autotransporte, estamos listos para la reactivación gradual, ordenada y cauta”.
El reporte de la Anpact detalla que solo se posicionaron 893 unidades al mayoreo contra las 3 mil 865 de abril de año pasado.
Al menudeo, los números también son negativos y es que se vendieron mil 072 unidades, 72.1% menos que los 3 mil 840 del mismo mes del 2019.
En cifras acumuladas, al menudeo la caída fue de 42%mientras que al mayoreo la baja significó 48.1% unidades menos comercializadas.
Ante este panorama, Elizalde señaló: vehículos pesados son un bien indispensable que tiene un efecto multiplicador en diversas industrias y sectores de la economía. Hay que buscar un balance positivo, entre nuestra prioridad, que es mantener la salud de nuestros colaboradores implementando protocolos de salubridad, y mantener los empleos que dependen de la integración comercial con los Estados Unidos,”