Aunque varias empresas cerraron sus operaciones, los productos de la canasta básica y el sector farmacéutico continúan moviéndose, hoy más que nunca.
Los proveedores de este tipo de mercancías requieren transportar sus productos a todo el país y un servicio que luce atractivo en este momento de incertidumbre es el arrendamiento, pues ofrece flexibilidad para elegir el tiempo de arrendamiento, desde unos días a varios meses; tipos de unidad (desde vanes a tractocamiones) y lo más importante, no descapitalizan a las empresas.
Oscar Andrade, director comercial de TIP México, explicó a Alianza Flotillera que “ante un escenario económico volátil, el arrendamiento puede tener ventajas, tales como la contratación temporal por el uso de las unidades y así poder atender la demanda que tenga”.
“Una ventaja a corto plazo es cubrir una demanda estacional, que necesiten más camiones o si hay unidades detenidas en el taller, se pueden probar nuevas rutas”, comentó Fernando Noriega, director de Idealease.
Sin embargo, el mayor beneficio es, tal vez, evitar la descapitalización de las empresas, pues en vez de adquirir una unidad, el arrendamiento permite tener unidades nuevas, que cumplen con las normas y en la adquisición se pueden tardar hasta siete años en la renovación vehicular.
“Cuando una empresa renta camiones prácticamente la antigüedad de la flotilla va a ser de dos años y medio, si lo compra va a ser de entre cinco o siete años, porque una vez que se tiene el activo no se renueva rápidamente”, indicó el director de Idealease.
Cabe recordar que el arrendamiento permite deducir hasta el 100% del gasto, ya que no es considerado como deuda, situación que puede alentar a las empresas a voltear a ver este esquema.
¿Qué pasos seguir?
Al igual que cualquier producto bursátil, el arrendamiento también tiene sus requisitos, ser una persona moral o con actividad empresarial legítimamente constituidas, con liquidez necesaria para mantener sus negocios y proyectos en marcha, así como con capacidad financiera y moral para afrontar sus obligaciones crediticias.
Además de contar con los permisos de carga que otorga la Secretaria de Comunicaciones de Transporte para transitar en los caminos de jurisdicción federal.
En caso de ser una empresa de reciente creación, el arrendamiento puede ser una opción, siempre y cuando tengan un plan de negocio viable. “Tenemos casos exitosos de empresas que actualmente son grandes compañías que empezaron con un camión rentado”, recordó Fernando Noriega.
Mercado emergente
Al igual que diversas industrias, el arrendamiento de unidades se encuentra en un periodo de incertidumbre, pues lo mismo hay sectores que detuvieron sus operaciones, sin embargo, hay otros que aumentaron su demanda de transporte para el corto plazo.
“Estamos atendiendo la demanda incremental que se presenta en proyectos específicos de corto y mediano plazo que no están siendo afectados en el momento. Tal es el caso de los productos y servicios relacionados con las industrias farmacéuticas, telecomunicaciones, tiendas de autoservicio, entre otras”, dijo el representante de TIP México.
Dólar golpea renovación e insumos
Las arrendadoras se encuentran en una constante modernización de su flota, pues se suelen cambiar unidades cada dos años o tres años, por lo que el incremento en el precio del dólar es otro tema que les pega directamente, no sólo por el incremento en el costo de los camiones y tractocamiones, también en los insumos y refacciones.
La industria del transporte está dolarizada esa es la realidad, basta recordar que cerca del 70% de las refacciones de tractocamiones son de importación.
“Es un momento de incertidumbre mundial”, reconoció el vocero de Idealease, quien prevé un importante incremento en el costo de los camiones en el futuro, sin embargo, no quiere adelantarse, “primero hay que resolver el tema de salud”, afirmó.
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