El transporte de sustancias peligrosas es uno de los temas más preocupantes para el sector. No obstante, la IRU (Organización internacional del transporte por carretera, por sus siglas en inglés) promueve el llamado ADR (Acuerdo internacional para el transporte de mercancías peligrosas por carretera, por sus siglas en inglés).
Este lineamiento, que recibió una actualización este año, es acatado por 42 países europeos, cinco regiones transcontinentales y ocho naciones no pertenecientes al viejo continente. Al firmar el acuerdo, los países deben integrar las medidas del ADR en su marco legislativo.
El objetivo de la IRU es crear autoridades competentes en este segmento, fomentar la cooperación con otros medios de transportes (aéreo, marítimo y ferroviario) y establecer centros de certificación para el embalaje de la mercancía y preparación de vehículos.
Asimismo, el ADR sugiere la implementación de organismos de inspección en carretera, así como la creación de un frente civil para atender accidentes en este tipo de traslados. En este sentido, IRU pretende certificar a operadores, inspectores y demás participantes en el transporte de mercancías peligrosas.
La organización señaló que este tipo de medidas busca proteger a todos los involucrados en el transporte de estos materiales, además de preparar a las autoridades nacionales en caso de una emergencia o percance.
Más allá de Europa
El ADR busca trascender fronteras, por ello regiones como el medio oriente y el norte de África ya comenzaron a mostrar interés en la propuesta. Por ejemplo, la legislación de Qatar obliga a que los dedicados al transporte de mercancías peligrosas cuentan con la certificación de la IRU.
Ahora bien, Latinoamérica tiene una floja regulación en el traslado de estos productos, por lo que el ADR sugiere comenzar a impulsar su iniciativa en el continente, transformando así en un proyecto global.
Uno de los hechos más recientes y lamentables relacionados con el transporte de sustancias peligrosas ocurrió en México este año. Un tractocamión que transportaba gas explotó en el Puente de la Concordia, una vía ubicada en el oriente de la Ciudad de México. El incendio provocó la muerte de un número importante de personas y quemaduras graves en otras más.
Este evento, catalogado como una de las peores tragedias en la capital mexicana, puso en jaque la regulación de este tipo de materiales en horas de tránsito abundante, además de cuestionar las condiciones de las unidades en las que se efectúa el traslado. Ante esto, las autoridades capitalinas señalaron que implementarían una serie de acciones para prevenir estos incidentes.
Y es que hechos como este revelan la importancia de iniciativas como el ADR, una normativa que no solo protege la mercancía, sino que también salva vidas.
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