Pese a que la fabricación de estas unidades representa costos adicionales, las armadoras apuestan por su desarrollo ante el crecimiento en la demanda en el país. |
El autobús de hoy nada tiene que ver con el de hace una década. Actualmente, las empresas exigen a las marcas en su pliego de condiciones que estén dotados de una serie de prestaciones como son piso bajo, aire acondicionado, espacio para sillas de ruedas, y en algunos casos, propulsados por energías alternativas. |
Es así que en todos estos años, las armadoras de este nicho de mercado, trabajan constantemente por ofrecer autobuses integrales que cumplan y superen las características arriba mencionadas.
De acuerdo con expertos, producir autobuses integrales ha costado a los fabricantes tiempo y dinero, pues representan mayores dificultades en su ensamble, debido a su complejidad de armado, comparado con sus similares convencionales.
Entre las marcas que fabrican y/o ofertan unidades del tipo en el país están Mercedes-Benz, considerada una de las marcas pioneras en el desarrollo de vehículos integrales, Scania y Volvo, quienes de igual manera están en una búsqueda por desarrollar mejores productos dirigidos a este sector.
Todo o nada
De acuerdo con Rubén Tavera, gerente ingeniería comercial autobuses de Daimler Vehículos Comerciales México, el concepto integral permite que la carrocería y las partes motrices estén ensambladas de forma que no existan cortes y el chasis no se puede separar de la carrocería, lo que se le podría llamar un diseño del “todo a nada”.
Otro punto importante de esta tecnología, es que su estructura está diseñada para circular en largas distancias en carretera y no para terracería y cortas distancias, o someterlos a trabajos agresivos, ya que se corre el riesgo de dañar severamente la unidad.
Expresó que la ley ha sido flexible al permitir utilizar estas unidades y las convencionales tanto para el sector foráneo como urbano y suburbano; sin embargo, advirtió, la fabricación de un autobús integral está desarrollada con el propósito de utilizarse en carretera y recorrer largas distancias, ya que el objetivo principal es brindar mayor seguridad y confort al pasajero.
“Los autobuses integrales deben pasar por una serie de detecciones de calidad y seguridad muy estrictas. Un ejemplo es la norma R66 europea, la cual asegura que la unidad, aunque tenga vuelcos, no debe colapsarse para no dañar a los pasajeros. Asimismo, si llega a tener un impacto lateral no se debe doblar, esto debido al tipo de fabricación de su estructura”, aseguró.
Reafirmó que actualmente en el mercado mexicano se fabrican y comercializan tanto autobuses convencionales como integrales, lo que demuestra que este último no ha venido a quitar mercado, sino a ofrecer otra alternativa más, la cual se distingue por brindar mayor seguridad y confort.
Evolución
Desde que surgió el concepto del autobús integral, éste fue enfocado específicamente al segmento foráneo, principalmente para ofrecer mayor seguridad y confort a los pasajeros que recorren largas distancias.
No obstante, debido a que es una tecnología costosa, entre 35 y 40 por ciento más que un autobús convencional, su adquisición se limita únicamente a aquellas grandes empresas turísticas, las cuales tienen un mayor poder de adquisición.
De acuerdo con estadísticas de Población de Vehículos en México (EPVM), expuesta por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) realizada en el 2006, se demuestra el crecimiento que han tenido los autobuses integrales en el país.
Perspectivas
Para los próximos años, Rubén Tavera agregó que este tipo de tecnología continuará mejorándose año con año, ya que asegura que la ingeniería no tiene límites.
“Quizá para este 2008, la tendencia en el rubro sea mejorar el tablero, los sistemas de suspensión o de frenado, pero eso dependerá mucho de la demanda del mercado.