La búsqueda de fuentes y tecnologías alternativas de energías se está convirtiendo en una de las prioridades mundiales en los últimos años y será tema de importancia en las siguientes décadas.
De los diferentes sectores, el del transporte ha sido el de mayor dinamismo, a la vez que representa una de las fuentes más importantes de la contaminación del aire, particularmente en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).
A pesar de los intentos de controlar las emisiones provenientes de los vehículos particulares y camiones, la situación generada por la concentración de los contaminantes en la atmósfera sigue siendo crítica, por lo cual soluciones alternativas son cada vez más urgentes, tal es el caso del biodiesel un combustible producido en forma doméstica, renovable que puede ser manufacturado de aceites vegetales o del reciclado de grasas de los restaurantes.
La empresa Grupo Energéticos ha invertido 1.5 millones de dólares en la construcción de una planta de biodiesel, que producirá de 300 a 500 mil litros mensuales de este combustible que será utilizado por los camiones que prestan el servicio urbano en Monterrey.
Combustión más limpia
El biodiesel es un combustible limpio, ya que opera en motores de combustión interna como el diesel de petróleo. Usando biodiesel en un motor convencional a diesel reduce sustancialmente las emisiones de hidrocarburos aromáticos policíclicos y partículas. Estas reducciones se incrementan tanto como la cantidad de biodiesel mezclado en el combustible diesel de petróleo, las mejores reducciones son vistas con las mezclas B100.
El uso de biodiesel reduce la fracción sólida de carbón del contenido de partículas (entonces el oxígeno en el biodiesel permite una combustión más completa de CO2) y reduce la fracción de azufre (contiene menos de 24 ppm de azufre) mientras que la fracción soluble o hidrocarburos permanece igual o se incrementa, por lo tanto, el biodiesel funciona con las nuevas tecnologías como la catalítica (la cual reduce la fracción soluble del diesel, pero no la fracción sólida de carbón), las trampas de partículas y la recirculación de los gases de escape.
De acuerdo con información de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), este combustible puede ser fabricado de aceites vegetales o grasas animales nuevas o usadas, las cuales no son tóxicas, es biodegradable y de recursos naturales. Las grasas y aceites que son químicamente tratadas con un alcohol (metanol el más usual) para producir compuestos químicos que conocemos como ácidos grasos los llamamos biodiesel cuando estos compuestos se intentan usar como combustibles.
Mercado del biodiesel
Según la ANTP, el uso del biodiesel ha crecido considerablemente en los últimos años. Por ejemplo: el Decreto de Política Energética en Estados Unidos fue reformado en 1998 para incluir su uso como forma de combustible federal, estatal y flotas utilitarias de la administración pública para reunir los requerimientos de utilización de combustibles alternos, esa enmienda inició el incremento en los usuarios del biodiesel, lo cual incluye al servicio postal, al departamento de energía y agricultura, sin contar los distritos escolares, autoridades de tránsito, parques nacionales, compañías de gobierno que prestan servicio público, de recolección y reciclaje de basura, que también utilizan este combustible en Estados Unidos.
Con estos niveles de penetración de mercado, este combustible podría, probablemente, utilizarse en flotas de autobuses y camiones pesados (primeramente en mezclas con diesel fósil a un nivel de 20 por ciento), embarcaciones como ferries, construcción y vehículos para la agricultura, sistemas de calefacción de aceite para hogares y generación de electricidad.
Más información en Alianza Flotillera 81 febrero de 2005