Por más de 12 horas, el día ayer cientos de transportistas de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) bloquearon por más vialidades de la zona Centro del Distrito Federal, para manifestar su oposición a la reforma penal ambiental, que establece penas de uno a cinco años de prisión y de 300 a mil 500 días de salario mínimo de multa a quienes tiren cascajo en lugares no autorizados.
Después de las 13 horas, representantes de los transportistas llevaron a cabo un encuentro con integrantes del Gobierno del Distrito Federal (GDF) donde se acordó instalar una mesa de diálogo la próxima semana a fin de hallar soluciones en un máximo de ocho días. El secretario de Gobierno local, José Ángel Ávila Pérez, fue el encargado de encabezar la reunión. En ella, transportistas exigieron dar marcha atrás a la reforma penal ambiental.
Durante las negociaciones se acordó no detener a ningún transportista que traslade residuos materiales que sobrepasen el volumen permitido en los próximos días. Sin embargo, si las personas son sorprendidas descargando cascajo en zonas prohibidas, como áreas naturales protegidas o camellones, serán remitidas ante las autoridades correspondientes. Ávila Pérez señaló que las mesas de trabajo verán lo relacionado con la Secretaría del Medio Ambiente para ajustar, definir y modificar lo que corresponda; así también, se determinará con la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) lo que concierne a los delitos ambientales, y con la Secretaría de Obras y Servicios Urbanos lo referente a la regulación de las construcciones privadas.
Aproximadamente a las 16 horas los manifestantes liberaron las arterias que, poco a poco, regresaron a la normalidad, con el transito abundante propios de la zona.