En el consumo de hidrocarburos, el sector transporte en el país tiene una participación de 93.9 por ciento en gasolina, y del 67 por ciento en diesel. |
Los medios de transporte fueron creados para facilitar el traslado de un lugar a otro, sin embargo ahora en las grandes urbes, el transporte terrestre es causa de problemas importantes de movilidad como lo es el tráfico vehicular, de salud por las partículas contaminantes al aire afectando el bienestar de la población y de daños al ambiente, debido a la emisión de gases de efecto invernadero que produce el calentamiento global.
Es así que uno de los aspectos importantes a considerar en las emisiones vehiculares es la calidad de los combustibles, la cual influye de manera determinante en la cantidad y tipo de contaminantes que serán emitidos a la atmósfera después del proceso de combustión. En México, los combustibles más utilizados por el sector transporte son las gasolinas y el diesel, por lo que la cantidad de éstos se ha enfocado principalmente, en los últimos años, a la reducción de su contenido de azufre. |
En lo que se refiere al diesel, el Instituto Nacional de Ecología (INE), mediante un proyecto integral de calidad de combustibles, dio a conocer que se efectuaron diferentes esfuerzos para mejorar su calidad.
Tan sólo en la década de los noventa existían dos tipos: el diesel desulfurado -con 1000 partes por millón (ppm) de azufre- y Pemex diesel con un contenido de 500 ppm de azufre. En 1994, comenzó el retiro paulatino del primero de ellos, mediante el incremento en el volumen de producción de Pemex diesel.
Actualmente, el mercado nacional cuenta con dos calidades de este último; uno para consumo en las zonas metropolitanas del Valle de México, Guadalajara y Monterrey, con un contenido de 300 ppm de azufre y otro para el resto del país, con 500 ppm de azufre. Adicionalmente, en 2004 Pemex Refinación inició la producción de Pemex diesel de 50 ppm de azufre para unidades de transporte público de la Ciudad de México.
Demanda en México
El INE señala que las proyecciones para el 2025 indican que el consumo mundial de energía crecerá a una tasa de 1.9 por ciento anual, siendo el petróleo la fuente esencial de energía primaria en las próximas dos décadas.
Como se puede observar en la figura, las proyecciones de demanda indican que el consumo de gasolina aumentará hasta 854 mil barriles diarios (mbd) en 2014, lo que significa tres por ciento de aumento anual. Asimismo, se prevé un crecimiento sustancial en la demanda del diesel en una proporción similar a la gasolina (2.9 por ciento) es decir, 400 mbd.
Estas estimaciones consideran que los acuerdos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y la apertura del mercado nacional a la importación de autos usados a partir del 2008, provocarán un aumento en la tendencia actual de crecimiento del parque vehicular.
Reducción en el consumo de energía
Para la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía (Conae), el sector transporte en México ocupa un lugar relevante en el consumo de los productos petrolíferos, para el caso de la gasolina su participación es de 93.9 por ciento y la del diesel es de 67 por ciento, por lo que es de fundamental atención realizar acciones sobre este sector para disminuir las tasas de crecimiento que se han dado de manera importante en los últimos años.
Respecto a nuestro país, la Conae señala que en el sector del autotransporte de carga y pasaje, algunos de los aspectos más importantes por realizar en las empresas será el desarrollo de herramientas que les permitan reducir significativamente su consumo de combustible, en este sentido se desarrollarán metodologías en los siguientes temas: mejoramiento del mantenimiento, conducción técnica económica, selección de vehículos y gestión de combustible.
Otro aspecto que es importante aplicar es el de la capacitación de las personas involucradas en el transporte en los diferentes niveles mediante talleres sobre temas relacionados al ahorro de combustible, diplomados sobre gestión de empresas de autotransporte, cursos de conducción técnica económica para los operados de los vehículos.
Es así como la conjugación de programas de ahorro de combustible y de seguridad en carreteras es un binomio que puede ser importante para reducir simultáneamente el número de accidentes en carreteras federales y el consumo de combustible, advirtió el organismo.
Transporte urbano y suburbano
El transporte urbano y suburbano público de pasajeros representa aproximadamente el tres por ciento del parque vehicular nacional, pero por su intensidad de uso, se considera un importante consumidor de energía, pues cada unidad consume de 10 a 15 veces lo que un automóvil particular, es por ello, necesario implementar acciones conjuntas con las autoridades respectivas sobre los diferentes aspectos que involucran su operación para reducir su consumo de combustible y hacerlo más seguro, confiable y rentable.
Por la problemática inherente a su consolidación actual y por sus intensos recorridos diarios, este tipo de transporte requiere de una capacitación y asistencia técnica continúa a sus prestadores de servicios que permita un mejor aprovechamiento del combustible utilizado.
Por esas razones, la CONAE propone evaluar tecnologías que propicien el ahorro de combustible y la promoción de combustibles alternos y de vehículos para el transporte, como es el caso del gas natural, etanol, celdas de combustible, híbridos, entre otros.
Otra forma eficaz de reducir el consumo de energía en la materia es la aplicación de los sistemas de transporte inteligente, debido a que permiten una mayor planeación de rutas y una mejor operación de los vehículos.
También, su implementación, añadió la institución, pueden coadyuvar a una señalización adecuada que evite gastos innecesarios por operación del motor del vehículo en vacío como sucede en los cruces conflictivos y el tránsito detenido.
De esta manera, el propiciar que México cuente con un transporte eficiente energéticamente, favorecerá a la productividad y competitividad de las empresas encargas de ofrecer el servicio, mediante el uso racional de los combustibles, logrando así la reducción de emisiones contaminantes en el país.