“Prueba una semana –me dijo- y ya llevo 22 años”: Begoña Urmeneta. Ella es española, metalera y tiene la pasión por conducir camiones por las carreteras de Europa. Aunque en el camino ha tenido sus altibajos: “Yo no quiero ni beneficios ni perjuicios por el hecho de ser mujer, simplemente pido respeto para cualquier persona”, dice para la revista ibérica Solo Camión.
La pasión de Begoña por los camiones comenzó gracias a su marido, quien era camionero, y la dejaba conducir cuando ella lo acompañaba durante sus vacaciones. En esos momentos se envalentonaba y tomaba el volante.
“Me iba los fines de semana con él, en vacaciones, aprovechaba cualquier ocasión para ponerme al volante. Aproveché mi último embarazo para sacarme el carnet”, señala la mujer de 56 años.
Cuando tuvo la oportunidad, Begoña tomó un camión y empezó a hacer trabajos en Valencia donde destaca que la comunidad la veía con curiosidad, pero siempre la trataron bien.
“Yo conocía la profesión a través de un camionero porque era mujer de uno de ellos. Era consciente de que entraba en un mundo de hombres y de que no podía pedir que todos se adaptaran a mí”.
Así fue como encontró algunas resistencias, como el jefe de tráfico de la empresa que trabajaba, el cual le ponía las rutas más duras hasta que 12 años después consiguió que la despidieran: “en su mente no entraba que una mujer pudiera ser camionera. Le he demostrado que sí podía”, narra a la revista.
Entre los pasatiempos de Urnameta, está leer pasear sin rumbo, las manualidades, estar con sus nietos, pero en sus tiempos libres se dedica a Urmemetal, una asociación que ella creó para impulsar el rock y el heavy metal de su nación: queremos “que los carteles de los conciertos no dependan de las bandas de siempre ni de los extranjeros. Aquí si alguien gana dinero, que sean las bandas”
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