La planta Volvo de México, por segundo año consecutivo, abrió sus puertas para recibir a los hijos de sus clientes en un día de “Convivencia Infantil”, el cual durante dos semanas los pequeños tienen la oportunidad de visitar las instalaciones, conocer el trabajo que se desarrolla dentro de la planta y ser testigos del ensamblaje de los autobuses de la marca sueca.
El objetivo de llevar a cabo este tipo de actividades, es reforzar la imagen de Volvo entre las futuras generaciones, quienes probablemente en unos años, se sumen a las filas de la firma.
Rafael Kisel, Presidente de Volvo México y Director General de la filial de Buses de la marca, señaló que la idea es que los niños se identifiquen con los tres principales valores de Volvo: seguridad, calidad y responsabilidad con el medio ambiente.
En esta ocasión, se invitó a los hijos de los colaboradores de uno de los principales clientes de Volvo, Pullman de Morelos.
Al evento asistieron 39 niños, quienes desde muy temprano fueron recibidos por Rafael Kisel, en las instalaciones de la factoría ubicada en Tultitlán, Estado de México.
En este lugar, los niños tuvieron la oportunidad de recorrer toda la fábrica a bordo de una busito y ser testigos de cada una de las fases que se requieren para armar un autobús, las pruebas a las que someten las unidades antes de ser entregadas, así como todas las instalaciones y realizar diversas dinámicas de juegos.
Asimismo, Rafael Kisel recibió en su oficina a los pequeños y respondió algunas de sus inquietudes luego de haber conocido toda la planta.
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