De incluir al autotransporte de carga federal en la modificación temporal del Programa “Hoy No Circula”, implementado el miércoles pasado por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), “el sistema de abasto en la Ciudad de México corre el grave riesgo de colapsar”, afirmó la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).
Por ello, el organismo empresarial solicitó a las autoridades exentar de este esquema al transporte público federal, debido a la serias consecuencias que representaría el implementarse una medida como ésta.
“El transporte es un eslabón de toda la cadena de suministro que funciona como una cadena de transmisión, que al momento de ser obstruido u obstaculizado se genera una interrupción en todo el sistema”.
Reiteró que al incorporar al transporte federal en el Programa Hoy No Circula, los resultados no serán los esperados, “pues en la organización transportista consideramos que la demanda del servicio de autotransporte al seguir siendo la misma, la cantidad de camiones en circulación no cambiará, pues tendrá que seguir siendo proporcional, para que el abastecimiento de la Ciudad sea óptimo”.
De eda forma, la Canacar dejó claro que si se mantiene la demanda de servicio de transporte y a la vez, se restringe la oferta, el efecto será negativo para los habitantes de la ciudad, al ver interrumpido el abasto de insumos y alimentos en la CDMX.
También, señaló que las empresas transportistas al verse afectadas en su operación, optarán por sustituir el camión que no circula por otro que sí puede circular para hacer el viaje.
Por otra parte, el organismo transportista previó serias complicaciones desde el punto de vista logístico, pues los camiones de carga que lleguen en tránsito de largo recorrido a la Ciudad de México tendrán que esperar hasta las 22:00 horas de la noche, ocasionando largas filas sobre las carreteras que ingresan a la capital.
De igual modo, dijo, la ciudad no cuenta con la infraestructura necesaria para que las unidades puedan aguardar los horarios que prohiben su ciuculación y poder finalmente salir de la ciudad, lo que originaría caos vehicular y mayor contaminación.
“Un camión parado esperando, es una unidad sin producir, y esto genera un costo, el cual se verá repercutido en el flete y precios en los productos, afectando al consumidor final, así como a los propios operadores de las unidades que se verán afectados en su salario por los días no laborados”.