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Desarrollo efectivo en la distribución

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La modernización del parque vehicular de carga, el adecuado mantenimiento de las unidades, el uso de combustibles más limpios y la capacitación de operadores, son parte esencial de las mejores prácticas en la  distribución de mercancías.

De acuerdo con el Consejo Mexicano Logístico (CML), los costos en logísticas para las grandes compañías representan en promedio entre 11 y 12 por ciento de sus ventas; mientras que para las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) simbolizan entre el 15 y 16 por ciento.

Ese panorama es distinto en comparación con Estados Unidos y otros países de Europa, cuyos costos en promedio oscilan entre el 10 y 11 por ciento, lo que indica que México debe avanzar en este tema sobre todo en las compañías PyMEs.

El CML  señaló que los costos logísticos en esos países son menores debido a que tienen una mejor conexión en vías de comunicación y cuentan con mejor infraestructura.

En el caso mexicano, “una de las más graves problemáticas para las ciudades en cuestión de distribución es la contaminación generada por los vehículos de carga. Por esta razón, pensamos que una de las principales soluciones es la generación de transporte sustentable, es decir, unidades modernas, eficientes y compatibles con las normas ambientales”, destacó Víctor Hugo Páramo, director general de gestión de calidad del aire de la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal.

Agregó que a ello se suma que las empresas dedicadas a la distribución de mercancías necesitan administrar sus gastos operativos de mejor manera en la medida que puedan disminuir sus costos.

Propuestas
Hoy en día, con el propósito de eficientar la red de distribución, algunas compañías transportistas han establecido una serie de propuestas para ofrecer un mejor servicio y administrar mejor sus gastos.

Entre ellas, se considera el uso del diesel de mayor calidad en vehículos de reparto urbano, además de configuraciones idóneas de acuerdo a las necesidades e información técnica extensa y acceso a capacitación.

En este aspecto, José Luis Rodríguez Errazú, director de vehículos de Grupo Bimbo, consideró que para la distribución en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, la opción ideal es el uso de unidades a diesel.

De hecho, “hoy en día, existe una gran variedad de marcas, modelos y capacidades de carga que ofrecen las armadoras, así como la opción de configurar las unidades de acuerdo a sus requerimientos, además de proporcionar capacitación para mantener en buenas condiciones el parque vehicular”.

Pero, para que se llegue a mejores resultados, dijo el directivo, es pertinente que los organismos gubernamentales en materia de vialidad pongan mayor atención en agilizar los trámites en cuestiones de disponibilidad de placas y tarjetas de circulación, y en fomentar el uso de combustibles alternos; brindar seguridad a los conductores y mejores condiciones; y facilitar las maniobras de carga y descarga.

“Se estima que sólo acudimos a los talleres de los distribuidores, cuando la unidad está en garantía; de otra manera los costos son elevados y la disponibilidad de las instalaciones es muy limitada”, agregó José Luis Rodríguez.

Bajo este esquema, de contar con mejor mantenimiento, modernizar las flotas cumpliendo con las normas y reglamentos, impulsar el uso de vehículos de bajo consumo de combustible e integrar la promoción de mejores apoyos económicos, la distribución de mercancías lograría un nivel óptimo no sólo en las grandes ciudades sino en todo el país.

Así, objetivos como adquirir unidades de bajo costo, comprar refacciones y mantenimiento oportuno con cobertura nacional y capacitar profesionalmente a los operadores, permitirán una distribución adecuada.

Con estas premisas, algunos de los planteamientos para mejorar la cadena de distribución se basan en esquemas de modernización del parque vehicular de transporte de carga para cumplir con las normas y reglamentos establecidos en las calles y carreteras, así como disminuir los costos de mantenimiento de las unidades.

Proyectos
Con el propósito de mejorar la calidad ambiental y disminuir el tránsito vehicular, diversos organismos gubernamentales, fabricantes automotrices y las mismas empresas transportistas, han puesto en marcha programas destinados a la regulación en la distribución de mercancías.

Por ejemplo, el gobierno del Distrito Federal implementó el programa integral para el control ambiental de transporte de carga Pro-Aire 2002-2010, el cual comprende entre sus puntos: el establecimiento y aplicación de límites de emisión contaminantes para unidades nuevas, mejoramiento continuo del programa de verificación vehicular, y el rediseño del programa integral de reducción de emisiones contaminantes.

Entre otros puntos, establece la actualización del programa “Hoy no Circula” como incentivo para la renovación de la flota vehicular. Asimismo, la adaptación de sistemas de control de emisiones a vehículos no equipados desde fábrica, por medio del programa Retrofit.

Este proyecto, también plantea el rediseño del programa de detección y retiro de vehículos, así como la sustitución del transporte de pasajeros de mediana capacidad por unidades nuevas de gran tonelaje.

En este sentido, parte del compromiso de las cadenas de distribución tiene como base la incorporación de unidades capaces de disminuir las emisiones contaminantes a la atmósfera, sin perder las bondades de economía de combustible, rentabilidad, mantenimiento y durabilidad.

Otra de las medidas empleadas para una óptima distribución de mercancías, se contempla en la introducción de vehículos eléctricos, renovación de la flota del transporte de carga local y regulación de horario de circulación para vehículos de carga.

Servicio de calidad
Algunas quejas en materia de distribución se concentran en la falta de infraestructura adecuada para la prestación del servicio, ya que parte de las maniobras de carga y descarga se realizan en la vía pública, afectando el tráfico, generando mayor contaminación y violando las medidas de seguridad.

Para muestra, en la Central de Abasto de la Ciudad de México se generan un promedio de 47 mil viajes diarios, en los cuales una proporción importante no cuenta con las unidades ni con la logística adecuada para ofrecer un servicio de calidad.

En algunos países desarrollados de la Unión Europea, la distribución de mercancías en las zonas urbanas representa cerca del 15 por ciento del tráfico urbano. En estos lugares, las operaciones de carga y descarga generan cerca de 475 mil movimientos de transporte de mercancías, el equivalente a 72 mil vehículos de carga que circulan diariamente en Barcelona, España.

Según el grupo consultor Advanced Logistics Group (ALG), en la actualidad los municipios europeos plantean la sostenibilidad de los actuales modelos de DUM (Distribución Urbana de Mercancías) con un enfoque de mejorar la infraestructura de la ciudad, la calidad de vida en la población y los procesos logísticos.

Para Angélica Lozano Cuevas, académica del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la movilidad de los vehículos de carga en el país es inadecuada, ya que contribuye a aumentar la congestión vial, así como a incrementar la contaminación ambiental y de ruido, y los costos logísticos, lo que da como resultado un elevado precio de los productos y el riesgo de accidentes.

Un problema adicional en la correcta circulación de unidades y distribución de mercancías, aseguró, es la falta de información, pues hay ocasiones en que se desconoce la distribución espacial de la carga (orígenes – destinos), así como las características de los vehículos utilizados y las mercancías transportadas.

Por ello, sugiere, el mejoramiento del sistema de transporte de carga mediante la utilización de corredores capaces de contar con características adecuadas para la circulación de camiones medianos y pesados, provocaría que el impacto negativo de los efectos contaminantes y de tránsito disminuya considerablemente.

Sin embargo, añadió, los corredores no deben ser de uso exclusivo para camiones, sino que también pueden ser utilizados por otro tipo de vehículos, aunque deben estar diseñados para la adecuada circulación de unidades de carga mediana y pesada.

“Tampoco es recomendable prohibir la circulación de vehículos de carga, incluso en horas pico, ya que esta medida haría a la ZMVM menos competitiva en términos logísticos, lo cual tendría repercusiones en el desarrollo económico del país”, enfatizó.

Desarrollo empresarial
Según la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), a pesar de las acciones gubernamentales por impulsar el desarrollo de pequeñas y medianas empresas transportistas, este sector aún no cuenta con los suficientes recursos para gastos en sus operaciones.

A decir del organismo, una de las ventajas de las PyMEs es que al trasladar cantidades menores de carga no requieren de vehículos de mayor tamaño y precio.

Sin embargo, la Canacope manifestó que es un sector que requiere planes de financiamiento, alianzas estratégicas, esquemas de autofinanciamiento y estímulos fiscales para desarrollar mejores prácticas de distribución.



Parque vehicular
Según la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi), diariamente circulan cerca de 150 mil unidades de tres toneladas en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), dónde existen 20 zonas comerciales generadoras de viajes de distribución de mercancías, animales y alimentos.El organismo detalló que el transporte de carga debe ser considerado como una actividad de suma importancia para la economía nacional, gracias a su facilidad de movilizar mercancías.

Reconoció que el 76 por ciento de las unidades que circulan en el Distrito Federal pertenecen a modelos 1995.

 

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