Las entregas que José Romero, operador de Transportes Romero, realiza para Walmart a las 12 de la noche, requieren más que cargar el camión. José se prepara mentalmente para esperar hasta cinco horas adentro del centro de distribución a que le reciban la mercancía.
Él como muchos otros proveedores es testigo de que, en una sola noche, hay alrededor de 50 vehículos en espera, más los que se tienen asignados en citas, todo ello, bajo la responsabilidad de tres o cuatro personas dedicadas a recibir y validar cada una de las entregas.
De no ser por este tipo de inconvenientes que le generan tiempo y dinero, José está convencido de que en el horario nocturno se facilitan las entregas, porque disminuye el tránsito en las calles.
No obstante, agrega que de no contar con la restricción para circular en carriles centrales, sobre vialidades principales de acceso y salida a la Ciudad de México se agilizarían aún más los recorridos, incluso se podrían evitar los asaltos.
Entre otros factores que limitan el funcionamiento de la distribución nocturna, es que “a la gente no le gusta trabajar de noche, por los sueldos bajos, es una labor que requiere una mejor remuneración por el riesgo que implica, pero las empresas no lo pagan”, destaca.
¿Beneficios económicos?
Para la empresa española Movertis, parte de los atributos de la distribución nocturna es la facilidad para acceder prácticamente a cualquier punto de entrega, al tiempo que se reducen los costos por tonelada transportada y gases contaminantes emitidos a la atmósfera, lo que tiene como consecuencia beneficios económicos para las empresas transportistas y la sociedad.
A decir de Carlos Caratachea, director nacional de Distribución de Danone México, algunos de los retos de la distribución nocturna radican en conocer qué tan disponibles están los clientes para recibir su producto en este horario.
“La complejidad es que no todos los comercios en el país tienen apertura las 24 horas, solamente algunas tiendas de conveniencia y algunos segmentos de farmacia, son los que trabajan bajo este formato”, comenta.
Refiere que, en el tema de última milla, uno de los costos más grandes es el del camión, lo adecuado, entonces, es que siempre estuviera ocupado en puntos de venta, a su vez, el cliente tendría la opción para planear su jornada sin perder de vista la atención al consumidor ya que, en algunos establecimientos, la misma persona que cobra es la misma que recibe un pedido.
Por ello, propone contar con un esquema ganar-ganar y que los activos de la compañía, es decir, el mismo vehículo se pueda utilizar las 24 horas, lo que permite tener ahorros desde el punto de vista logístico de distribución.
Caratachea afirma que, aún con estas ventajas, menos del 10% de las entregas totales de Danone se realizan por la noche, “el esquema de 24 horas es muy común en la zona centro del país y en los estados del norte, pero en el sur es muy difícil que tengan este servicio. Trabajamos con programas piloto para comprobar que se puede ser igual de efectivo con entregas nocturnas”.
Asegura también que la complejidad de realizar entregas por la noche se acentuó con la pandemia por COVID-19, ya que algunas tiendas han dejado de prestar servicio a partir de las 4 de la tarde, principalmente en el Estado de México.
Consenso
El estudio Global Traffic Scorecard 2019 de INRIX, especialista en la generación de datos y análisis de movilidad, revela que la Ciudad de México se encuentra en el tercer lugar de las ciudades más congestionadas del mundo, seguido de Bogotá y Río de Janeiro.
Situación que ha complicado el acceso al transporte en puntos específicos de las ciudades. Por este motivo y con la finalidad de disminuir el tránsito en horas pico, algunos gobiernos han llevado a la mesa de negociación la restricción de horarios.
A decir de Gastón Cedillo, miembro fundador de la Asociación Mexicana de Logística y Cadena de Suministro (AML), parte de las ventajas de realizar entregas nocturnas es mejorar la fluidez en la distribución urbana de mercancías, lo cual, contiene elementos como el hecho de que los vehículos de carga puedan ingresar a solas en un horario especifico, factor que por sí mismo, ya es un gran atractivo para la distribución.
“Muchas veces no se percibe que, al generar barreras a los vehículos de carga, no anticipadas, como tener restricciones a la circulación se generan sobrecostos para las empresas, que al final, se reflejan en el precio al consumidor”, afirma.
Y aunque goza de ventajas logísticas, el ejecutivo destaca que algunos factores que impiden la implementación de la distribución nocturna, es el ruido ocasionado por maniobras de descarga para los habitantes, aunado a que no se tiene garantizada la seguridad y, tampoco se cuenta con la disponibilidad del cliente para recibir en la noche.
“En Nueva York se tiene el esquema de entregas nocturnas, al igual que en ciudades latinoamericanas para zonas que están en las periferias de la ciudad, con productos industriales. Entonces, se organizan corredores seguros en conjunto con la autoridad y se aprovechan los carriles para transitar, de tal manera que los transportistas puedan hacer sus operaciones antes de que llegue la primera hora pico”, apunta.
Señala que en México no existe una estadística confiable que permita conocer qué porcentaje de las entregas de mercancías se realizan en la noche, debido a que la regulación y la práctica de la distribución no está alineada y, por lo tanto, se realizan prácticas fuera de la norma.
Un ejemplo de éxito, precisa, es el caso de los concesionarios de automóviles, quienes por la noche mueven una gran cantidad de vehículos al distribuidor. No obstante, en la medida que la inseguridad ha crecido, también se han modificado este tipo de entregas.
“En la mayoría de los municipios no existe un especialista del área logística dentro de su estructura municipal, de ahí que en este problema público-privado no encuentran un par con quién hablar de las problemáticas”, detalla.
Expresa que, desde hace mucho tiempo cada uno de los gobiernos estatales se ha dedicado a la regulación del tránsito, sin las competencias técnicas para verlo de una manera integral y gestionar los flujos de entrega”.
Gastón Cedillo, reitera que aún falta madurar este tipo de plataforma de distribución, porque no todos los clientes están dispuestos a recibir su producto en la noche, lo cual requiere desarrollar e implementar un sistema público-privado, “las empresas no lo van a resolver, ni la autoridad, se requieren soluciones consensuadas y de la participación de ambos actores, situación que requiere construir estrategias conjuntas”.
Inseguridad
Otro de los grandes retos que enfrenta la distribución nocturna en nuestro país es la delincuencia, por este motivo, los especialistas recomiendan no transportar artículos de gran valor como electrónicos.
Tan sólo de enero a mayo de 2020, de acuerdo con el reporte de Incidencia delictiva del fuero común del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en México se efectuaron dos mil 853 robos a transportistas, de los cuales, dos mil 391 se realizaron con violencia.
En Danone, Carlos Caratachea, detalla que cuando se trata de distribución primaria se realiza un análisis previo para conocer si hay retenes instalados y el índice de robos cometidos en la entidad, a fin de tomar precauciones y buscar esquemas que no comprometan la seguridad de los operadores.
Además de sumar protocolos como, salir en caravanas con otras empresas. “Ya estando en la ciudad, tenemos localizados los establecimientos con mayor índice delictivo y un mapa de calor por ciudad, para entender dónde están los mayores casos de asalto y determinar si buscamos otros horarios y otras rutas o bien, nos apoyamos con escoltas para disminuir cualquier intento de robo”, puntualiza.
Para José Romero, operador de Transportes Romero, la seguridad se asigna dependiendo del tipo de producto que va a entregar, “por lo regular, salimos con la ‘persignada de Dios’, hay lugares donde uno tiene que dar vuelta y no hay luz, es ahí donde se aprovechan para robarnos la carga y a veces hasta golpearnos.
Las entidades de Puebla, Veracruz, Orizaba y hacia el norte, la Vía Mexiquense son las más peligrosas para esta labor”.