Cada camión Mack fabricado para el mercado, comienza en las instalaciones de la Planta de ensamble de Vehículos y Cabinas ubicada en Macungie, Pensilvania, Estados unidos.
La planta de un millón de pies cuadrados cuenta con tres líneas de montaje de cabinas, dos cadenas de montaje, chasis, un centro de modificación de camión y línea de preparación.
En los últimos años la panta se ha convertido en un modelo para la gestión ambiental dentro de las plantas de camiones pesados. En esta se ha reducido alrededor del 50 por ciento del uso de energía y emisiones de dióxido de carbono a partir del 2009.
En 2013, Mack se convirtió en el primer fabricante estadounidense en alcanzar el Superiro Energy Performance (SEP) y la certificación Platinum Mature energy Pathway.
Para junio del presente año, la planta recibió una inversión de 26 millones de dólares por parte de Grupo Volvo y Grupo de Operaciones de Camiones (GTO) para hacer frente a los retos actuales de demanda de vehículos de calidad producidos en un menor tiempo.
Por: Lilia Domínguez