Lo que nos ha quedado claro es que con la llegada de la pandemia de COVID-19, la logística y la cadena de suministro han tenido que evolucionar. En este sentido, la empresa CHEP señala que la gestión del cambio, colaboración, mejora continua, análisis avanzado de datos e innovación son las dosis necesarias para poder ‘vacunarse’ contra el virus o cualquier otra disrrupción en el movimiento y distribución de mercancías, sin embargo también se ha puesto bajo la lupa el cómo sucede todo esto. .
De las enseñanzas de lo que ha dejado la pandemia es que al subir la demanda de ciertos productos y bloquearse y limitarse la cadena de suministro, las operadoras logísticas y transportistas aprendieron a crear escenarios desfavorables para aplicar soluciones, así como a mantener una comunicación constante con cada eslabón de la cadena.
“Es con base en esa comunicación que se ha podido aumentar la frecuencia de la planificación de la demanda, para garantizar que nos mantenemos estrechamente alineados con nuestros clientes y los consumidores, con tal de dar abasto a los que parecen picos propios de temporada navideña”, señaló Jorge Montaño, Mexico Country Manager & Head of Supply Chain de CHEP LatAm.
¿Aún sirve el modelo de logística?
Esta mejor planeación ha llevado a cuestionarse sobre el modelo logístico actual que ha dominado los últimos 20 años: tener la mercancía justo a tiempo y sin reservas.
Y es que al necesitar un stock de insumos esenciales, ahora se debe garantizar que las tiendas puedan gestionar los aumentos repentinas de demanda en el menor tiempo y costo posible.
“Las nuevas estrategias en la tienda y la alineación con el flujo de mercancías podrían reducir la preparación necesaria para sacar rápidamente las mercancías del centro de distribución y llevarlas a las tiendas. En la era post Covid-19, esto es algo que podría aplicarse durante todo el año, a líneas de productos básicos o picos estacionales de categorías muy promocionadas”, enfatiz Jorge Montaño
La importancia de la tecnología
Una solución para responder rápidamente y reducir costos es el transporte colaborativo, un modelo que ha funcionado bien en Europa, específicamente en Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, donde al agrupar o combinar viajes y capacidad de camiones, se redujeron los camiones vacíos en las carreteras y las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Este modelo no podría aplicarse sin la implementación de la tecnología en todo el proceso logístico ya que a partir de algoritmos y datos en tiempo real se pueden identificar colaboraciones prometedoras.
“El objetivo es implementar horarios estables y regulares en los que los flujos de transporte sigan las mismas rutas, diaria o semanalmente, a través de varias vinculadas (agrupación de distancias), o que las cargas se agrupen en un mismo camión (agrupación de capacidad)”, señala CHEP.