La pluma de: Juan Carlos Molina, Director General de GS1 México
En 1986, el jabón Don Máximo marcó un antes y un después en la industria nacional al convertirse en el primer producto mexicano con un código de barras. Hoy, casi cuatro décadas después, México vuelve a ser protagonista en la evolución del comercio con la Cerveza Charro, el primer artículo en incorporar el código 2D bajo el estándar GS1.
Este paso histórico simboliza el inicio en el país de “Amanecer”, la iniciativa global que lidera GS1 y que marcará un antes y un después en la historia del comercio con la transición hacia los códigos bidimensionales o 2D en las etiquetas, empaques y cajas de productos.
El código de barras tradicional ha sido, desde 1974, el estándar más utilizado en el comercio mundial y considerado como uno de los inventos que transformó la economía moderna. Cada día se escanean más de 10 mil millones de códigos, lo que equivale a 416 millones por hora y más de 6.9 millones por minuto.
Sin embargo, esta tecnología sólo ofrece información básica, como el país de origen, fabricante y nombre del producto. En un entorno donde los consumidores demandan transparencia, trazabilidad y datos confiables, esta limitación se vuelve un desafío, por lo que el código 2D se convertirá en la llave maestra del futuro del retail y la industria de consumo.
A diferencia del código de barras lineal, el nuevo código QR, como mayormente se le conoce, ofrece información dinámica y actualizada en tiempo real. Con un solo escaneo, los consumidores pueden acceder a ingredientes, certificaciones, normativas, recomendaciones de uso, tutoriales y hasta datos de sostenibilidad. De esta forma, las marcas fortalecen la confianza y la relación con sus clientes, mientras cumplen con un mercado cada vez más informado y exigente.
El código 2D no sólo se escanea en la caja para realizar el cobro; también es dinámico y se conecta con el mundo digital. La información viaja segura y estandarizada, lo que fortalece la confianza y la relación entre marcas y consumidores.
Más allá del retail y la industria de consumo, el impacto de esta innovación alcanza sectores estratégicos como el alimentario. Con la incorporación del código 2D en empaques y etiquetas, las empresas podrán automatizar la gestión de productos caducados, reduciendo hasta en un 40% el desperdicio de alimentos y contribuyendo a la economía circular. Así, el código QR GS1 no sólo impulsa la eficiencia operativa, sino que también refuerza los compromisos ASG (ambiente, social y de gobernanza).
Hoy, el código 2D se posiciona como un habilitador clave que conecta el mundo físico con el digital: marketplaces, aplicaciones móviles, sistemas ERP, plataformas en la nube y soluciones de trazabilidad encuentran en esta evolución un aliado natural. No se trata de una moda pasajera, sino de la hoja de ruta necesaria hacia un comercio más eficiente, transparente y conectado.
En nuestro país, GS1 México ha liderado este cambio a través de pilotos con empresas de diferentes tamaños, desde multinacionales hasta emprendimientos familiares.
La transición al código 2D representa para México no sólo un cambio tecnológico, cultural y de procesos, sino una verdadera evolución en la manera en que hacemos negocios e interactuamos con las mercancías, las marcas y los consumidores. Además, es una oportunidad para liderar la innovación en el comercio de Latinoamérica, impulsando la competitividad y alineándose con los estándares globales GS1.
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