El estudio “Inteligencia Artificial en América Latina 2025”, elaborado por NTT Data y MIT Español, advierte que los desafíos tecnológicos más profundos seguirán frenando la transformación digital de las empresas mexicanas en 2026, particularmente en lo relativo a la adopción de soluciones de inteligencia artificial (IA).
El informe detalla que 44% de los líderes tecnológicos de Latinoamérica ha enfrentado dificultades con la calidad y cantidad de datos al implementar IA, mientras que 42% señala una falta de claridad estratégica en sus organizaciones respecto al uso de esta tecnología.
Tory Jackson, director de Estrategia de Galileo Financial Technologies, explica que estas barreras representan un fenómeno cada vez más extendido:
“Esta es la esencia de la ‘exclusión técnica’, que creemos que las empresas deben resolver antes de esperar obtener un rendimiento real en 2026 en proyectos de transformación digital más ambiciosos, como la integración de la IA”.
La llamada exclusión técnica se refiere a cómo la infraestructura obsoleta limita la capacidad de las empresas para innovar, desarrollar nuevos productos y ampliar su base de clientes.
México invierte en IA, pero sin madurez tecnológica
El Informe de Madurez Digital de México (IMD) 2025, elaborado por American Chamber/México, encontró que 92% de las empresas mexicanas invierten en IA como parte de sus estrategias digitales. Sin embargo, sólo 1% ha alcanzado “madurez de IA”, lo que implica procesos integrados, gobierno de datos sólido y una infraestructura tecnológica robusta.
Los directores ejecutivos encuestados consideran que los mayores retos para la adopción de IA están en la falta de experiencia en gobernanza de datos y en ciberseguridad. Además, 48% de los empleados mexicanos estima que la clave para avanzar es contar con análisis de datos de calidad.
Datos fragmentados y sistemas heredados: el mayor obstáculo
Para Jackson, el rezago tecnológico se encuentra en un nivel más profundo. El Índice de Inclusión Técnica revela que sólo 26% de los líderes mexicanos afirma que los datos fluyen libremente dentro de la infraestructura de sus empresas, lo que complica la integración de nuevas plataformas digitales.
El estudio también exhibe la distancia entre las metas de transformación digital y la capacidad real de las organizaciones para ejecutarlas: aunque 89% considera necesario actualizar sistemas para atender a una base más diversa de clientes, apenas 26% cree tener la facilidad de lanzar nuevas funciones inclusivas.
Jackson advierte que “sin una base digital sólida, la innovación seguirá rezagada, ya que las empresas tienen dificultades para integrar nuevas tecnologías con sistemas obsoletos, y los departamentos de TI dedican más tiempo y dinero a solucionar problemas que a lanzar nuevos productos”.
“Las empresas mexicanas que logran superar los mayores desafíos identificados en nuestro informe, como los silos de datos y la actualización de la infraestructura heredada, tienen muchas más posibilidades de implementar tecnologías como la IA, así como de desarrollar productos y servicios más rentables, llegar a más clientes y, en última instancia, obtener mayores retornos de sus inversiones futuras”, concluye.
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