La industria fabricante de vehículos pesados de México se declara lista para reiniciar actividades luego del paro provocado por las medidas de distanciamiento social tomadas por la crisis de salud derivada del COVID-19 en todo el mundo.
Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), destacó que los vehículos pesados son un bien productivo que además provee a las empresas que están en la línea de fuego para el combate a la pandemia, al atender todas las actividades económicas esenciales.
En conferencia de prensa conjunta con agrupaciones como la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Industria Nacional de Autopartes (INA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Elizalde destacó la importancia de cuidar la salud de todos los colaboradores, por lo que ya se tienen listos los lineamientos y protocolos a emplear una vez que se reanuden actividades en sus líneas de producción.
“Estamos comprometidos como industria a cumplir con las máximas exigencias nacionales, internacionales y corporativas, y hemos establecido estándares sanitarios para nuestra industria y haciéndolos extensivos a nuestros proveedores”, comentó Elizalde.
Recordó que las plantas de vehículos pesados en Estados Unidos ya están operando, y que las que no lo han hecho es por falta de autopartes, por lo que llamó a cuidar la cadena de valor para no debilitar la industria del país ni de la región.
El directivo advirtió que “cuando México tarda demasiado, Estados Unidos busca alternativas” por lo que se debe abastecer tanto de autopartes como de vehículos y no tener pérdidas de empleos.
Se espera que a mitad de la presente semana, las autoridades mexicanas informen sobre cómo se dará la reapertura del país y su industria. “Decidir entre el 13 y el 18 de mayo será la diferencia para salvar cientos de miles de empleos”, señaló el representante de la ANPACT.