En meses recientes, México ha recibido anuncios de inversión derivados de la relocalización de las cadenas de suministro, o nearshoring, un factor que se ha traducido en un monto de alrededor de 74 mil millones de dólares, de acuerdo con KPMG.
Y es que, a decir de la firma, esto es muestra de que el país tiene capacidades en términos de infraestructura, costos competitivos y mano de obra.
No obstante, hay aspectos a tomar en cuenta para poder sacar jugo al entorno mundial, mismos que van más allá de ofrecer ventajas para las empresas en términos de capacitación o menores impuestos.
“Para que nuestro país pueda ser un buen destino para la relocalización, no solo deben considerarse incentivos competitivos, sino también características clave que faciliten el desarrollo de las empresas”, señala KPMG.
Esto es lo que falta:
La empresa de consultoría abunda en que los aspectos que darían impulso a México como destino de inversiones consiste en: espacios, energía y conexión.
En este sentido, la economía del país requiere que infraestructura suficiente en naves para la industria, tomando en cuenta que esto va más allá de contar con terrenos y edificios, sino que se necesitan servicios como electricidad, agua, accesos seguros o gas natural.
Otro factor para detonar la inversión en México es el acceso a las energías alternativas, pues “las empresas globales están interesadas no solo en reducir su impacto al medio ambiente, sino en el uso de energía limpia, lo que obliga a la regulación del país destino a enfocar e impulsar sus políticas energéticas para satisfacer esta demanda”.
Sobre la infraestructura de conexión que también se requiere, KMPG abunda en la necesidad de contar con enlaces entre puertos, carreteras y asentamientos de tren, a fin de mejorar el transporte de mercancías.
“Las empresas deben considerar factores adicionales que puedan generarles un impacto en su operación, no solo en el día a día, sino en su estrategia a largo plazo. Algunos de ellos son: disponibilidad de talento y mano de obra, costos, calidad de vida y potenciales riesgos de negocio a futuro”, señala.
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