Un largo camino por recorrer

El transporte público explora el uso del gas natural para bajar los contaminantes

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Los beneficios que el gas natural puede aportar al transporte de pasajeros son numerosos en términos económicos y ambientales; sin embargo, el empleo de este tipo de combustible en México aún tiene un largo camino por recorrer.

El uso del gas natural como combustible genera ahorros económicos a los transportistas de hasta 50% si se compara con combustibles tradicionales, afirmó Luis Felipe Echavarría, director general de la empresa Enco y presidente del Comité de Gas Natural Vehicular de la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN).

Si al beneficio económico se le añade el ecológico al reducir casi en su totalidad emisiones de material particulado, óxido de nitrógeno y gases de efecto invernadero del 14%, entonces cabría preguntarse por qué este combustible aún no ha explotado su potencial y beneficios en el mercado nacional.

La falta de estaciones de gas natural vehicular es un aspecto que los transportistas toman en cuenta a la hora de decidir, si adquieren o no, una unidad con estas características.

Mario Hernández, coordinador nacional de la Con- federación Nacional de Transporte Urbano y Suburbano de la República Mexicana (CONTURMEX), señaló que aunque los ahorros con este combustible son evidentes, existen problemas por la falta de estaciones ya que hay que hacer largas filas para abastecerse.

“El gran tema aquí es que se abran nuevas estacio- nes de servicio. Es el fondo neurálgico y más impor- tante para que se desarrolle esta industria y puedan más vehículos acceder al gas natural en México”, dijo Echavarría.

A lo largo del territorio nacional existen 53 estaciones y proyectos de gas natural vehicular, tanto de uso público como particular de empresas transportistas que cuentan con su propio abasto de energético, de acuerdo con un documento de la Asociación Mexicana de Gas Natural Vehicular, GNC, GNL y Biogas (AMGNV), fechado a inicios de año.

De acuerdo con Echavarría, incluso en el parque vehicular nacional hay atrasos en el uso de este combustible. Actualmente, se contabilizan alrededor de 25 mil vehículos dotados con esta tecnología, lo cual da una proporción menor a 1% al compararse con el total de unidades existentes.

Dicha proporción deja a la nación mexicana detrás de países como Perú o Colombia, donde la penetración es del 10%, o Argentina, donde es de 20%.

En este sentido, hay aspectos que pueden atenderse a fin de dar un impulso a este tipo de tecnologías, principalmente en términos de información, regulación e incentivos por parte de los gobiernos.

Claudia Gutiérrez, directora comercial de Dina y miembro de la AMGNV, señaló que uno de los principales retos es informar y convencer tanto a las autoridades como a la sociedad de que el gas natural vehicular aporta beneficios ambientales y es incluso más seguro que los combustibles líquidos.

Otro de los puntos con los que se puede fortalecer el uso de este energético tiene que ver con las reglas del juego, un aspecto en el que coinciden Echavarría con Gutiérrez, ya que en México incluso existe una sobreregulación.

“Apenas se está actualizando la normatividad para este tipo de combustible porque nos siguen aplicando normas de gasolineros cuando se trata de un producto diferente, y la autoridad tiene dudas en cuanto a quién debe regular”, señaló la directiva.

Gutiérrez indicó que el precio de un vehículo a gas natural es hasta 40% más alto que el de uno a diésel, por lo que la adquisición debe ir más allá del tema ambiental; por el contrario, se debe convencer de que el retorno de inversión será más largo, pero que se generará un ahorro que no se tendría con un motor convencional.

“Para las unidades de mayor consumo va a ser mucho más rápido el retorno de la inversión, pero una unidad de transporte público que consuma alrededor de 2 mil 500 litros mensualmente, estaría teniendo un retorno de la inversión en alrededor de dos años y medio”, afirmó Echavarría.

El coordinador de CONTURMEX, señaló que un subsidio por parte de las autoridades ayudaría a impulsar el gas natural en el transporte, algo en lo que coincide con Claudia Gutiérrez, quien pondera que bien podría emplearse en los enganches de los vehículos.

“Si el gobierno tuviera un subsidio para las empresas que usan gas natural, aparte del precio del gas, eso ayudaría mucho para que se pudieran comprar vehículos”, señaló el coordinador de la agrupación cuya membresía cuenta con alrededor de 2 mil 500 unidades en 23 estados del país, principalmente en el centro.

Aunque impulsar el gas natural en el transporte es un reto de altura, existe optimismo en regiones como el sureste y el Bajío, pero sobre todo en estados como Querétaro, Sonora y Jalisco, en donde se ha mostrado un mayor entusiasmo por este energético, de acuerdo con Gutiérrez.

Para Echavarría se pueden vencer obstáculos a través de políticas públicas nacionales que impulsen un programa de gasificación de transporte de pasajeros.

“Considero que, si el gobierno voltea a mirar detalladamente al gas natural vehicular, se va a dar cuenta de que tiene un enorme potencial de beneficios, ilógico sería no aprovecharlos”, sentenció.

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