El hidrógeno está emergiendo como una de las alternativas neófitas y más prometedoras para la descarbonización de la industria del transporte de carga y de pasajeros. Este combustible, considerado hasta ahora el más abundante del planeta, ofrece una solución viable para reducir las emisiones contaminantes que generan los motores tradicionales, contribuyendo así a mitigar el cambio climático.
Uno de los aspectos clave es que su combustión produce únicamente vapor de agua, característica que lo convierte en una opción atractiva para un sector que enfrenta una creciente presión por reducir su huella de carbono.
Aunque el hidrógeno tiene el potencial de revolucionar la industria del transporte, su adopción a gran escala dependerá de la superación de diversos desafíos. Si se abordan adecuadamente, este elemento podría convertirse en un pilar fundamental para una movilidad sostenible en las próximas décadas.
Abanico de oportunidades
Una de las principales ventajas del uso de este elemento es su capacidad para proporcionar una gran autonomía, pues a diferencia de los vehículos eléctricos alimentados por baterías, los de hidrógeno pueden recorrer largas distancias con tiempos de recarga significativamente más cortos.
Lo anterior es particularmente relevante en la industria del transporte, donde la eficiencia en tiempo y distancia es crucial para las operaciones diarias. De esta manera, los camiones y autobuses propulsados por hidrógeno pueden transformarse en aliados competitivos frente a las unidades convencionales.
En entrevista con Alianza Flotillera, Israel Hurtado Acosta, Presidente de la Asociación Mexicana de Hidrógeno y Movilidad Sostenible, destaca que, a diferencia de los vehículos eléctricos con grandes baterías, este combustible no añade peso adicional a las unidades, lo cual es fundamental para el transporte de mercancías.
En ese sentido, el doctor Arturo Fernández Madrigal, Investigador del Instituto de Energías Renovables de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subraya que el uso de este elemento como alternativa energética ayudará a reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), dado que la industria del autotransporte es responsable de, en promedio, el 40% de estas sustancias nocivas.
Además, el hidrógeno tiene un contenido energético casi tres veces superior a cualquier otro combustible, ya sea gas natural, gasolina, diésel o, inclusive, turbosina. El desafío radica en saber aprovechar esta energía”.
¿Por dónde comenzar?
Israel Hurtado resalta tres retos clave para la adopción masiva del hidrógeno como combustible. En primer lugar, es necesario instalar una amplia infraestructura de recarga, como las hidrogeneras, ya que en muchos países este desarrollo apenas está en sus inicios, lo que dificulta el acceso a dicho elemento.
Otro desafío significativo es garantizar un suministro limpio y asequible. Aunque el hidrógeno verde se genera a partir de fuentes renovables, su producción a gran escala sigue siendo costosa en comparación con los combustibles fósiles, lo que requerirá incentivos económicos y políticas sustentables.
Por otra parte, el desarrollo de unidades de hidrógeno presenta numerosos retos técnicos. Es fundamental realizar una investigación continua para mejorar la eficiencia de las pilas de combustible y reducir los costos de fabricación de las unidades. Esto implica una estrecha colaboración entre fabricantes, instituciones de tecnología y gobiernos.
“Sería deseable, además, contar con una Estrategia Nacional de Hidrógeno. La mayoría de los países avanzados ya tienen una serie de medidas, incentivos, subsidios y marcos regulatorios. Todo un abanico de soluciones para abordar el tema”.
¿Por qué hidrógeno verde?
El hidrógeno verde, producido a partir de fuentes renovables como la energía solar o eólica, puede convertirse en un pilar fundamental para un transporte más sostenible. Con el desarrollo de plantas de producción y distribución, es posible crear un ciclo limpio que abarque desde la obtención de la energía hasta el uso final en los vehículos, cerrando así el círculo de la movilidad sustentable.
Uno de los procesos químicos más adecuados para obtener hidrógeno verde es la electrólisis, la cual utiliza electricidad para descomponer el agua (H₂O) en sus componentes básicos: hidrógeno (H₂) y oxígeno (O₂).
A diferencia del hidrógeno gris o azul, que se extrae de combustibles fósiles como el petróleo o el gas natural, el hidrógeno verde se produce sin emisiones de dióxido de carbono, por lo que es completamente limpio y sostenible.
Fernández Madrigal explica que el hidrógeno verde se convierte en un vector energético que puede almacenar y transportar energía sin causar daño al medio ambiente. Esto lo convierte en una pieza clave para descarbonizar sectores difíciles de electrificar, como el autotransporte.
El caso mexicano
Aunque en Europa y Asia los vehículos de hidrógeno ya son una realidad y existen sólidos proyectos para su masificación, en naciones como México la situación es distinta. Actualmente, en el país la electromovilidad está ganando terreno, mientras que el uso del hidrógeno aún es un proyecto a futuro.
No obstante, armadoras como Foton están comenzando a destacar con numerosas pruebas en territorio nacional de un autobús híbrido impulsado por hidrógeno y electricidad, así como el anuncio de la comercialización de su primer tractocamión de hidrógeno, que se presentará a finales de 2024.
En este contexto, Israel Hurtado vaticina que el mercado de camiones y autobuses impulsados por hidrógeno comenzará a tener mayor visibilidad en los próximos cinco años. Además, según estimaciones de la Asociación Mexicana de Hidrógeno, para 2025 se espera un despegue en la demanda de hidrógeno verde, lo que llevará a que en 2030 el país requiera la generación de 230 kilotoneladas de este elemento, cifra que ascenderá a dos mil 700 kilotoneladas para 2050.
Para Arturo Fernández, el éxito del hidrógeno en la industria del transporte dependerá en gran medida del apoyo gubernamental y de políticas públicas efectivas. Los incentivos fiscales, las inversiones en infraestructura y los subsidios para el desarrollo de tecnologías de hidrógeno serán esenciales para acelerar su adopción.
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