Santiago Merino creció familiarizado con el mundo de los negocios, ya que su familia opera una comercializadora que provee productos a Walmart y Sears. Durante su etapa en la Universidad Iberoamericana en la CDMX, Santiago se encargó de la logística de entregas, asegurando que los productos llegaran a tiempo con los clientes. Sin embargo, los elevados costos y las complicaciones logísticas con los proveedores de transporte lo llevaron a identificar una oportunidad en el sector.
Así, Santiago decidió perseguir esa inquietud por emprender algo propio. Fue en este contexto que conoció a Joss Servin en 2015, quien también tenía experiencia en el área de logística en la industria farmacéutica. Esta coincidencia los llevó a visualizar un proyecto conjunto y, en 2018, decidieron dar el paso para fundar su propia empresa de transporte de carga: Imperium Logistics.
Constituirla no fue sencillo. En su búsqueda por diferenciarse dentro de un mercado saturado, encontraron en el término latino “Imperium” —que significa “energía”— la connotación que mejor representaba su deseo de infundir fuerza y dinamismo a su proyecto.
Los primeros pasos: conseguir camiones y clientes
Al no contar con los recursos necesarios para adquirir sus primeros camiones, buscaron opciones de financiamiento con diversas marcas. Asimismo, invirtieron en aprender sobre la industria, asistiendo a exposiciones de transporte, lo que les permitió establecer relaciones con proveedores de llantas y remolques, e incluso empezaron a formar alianzas con aseguradoras y empresas de rastreo, todo ello sin poseer aún una flota.
Finalmente, en julio de 2020, en plena pandemia por COVID-19, surgió una oportunidad que cambiaría el rumbo de Imperium Logistics. La distribuidora Camionera Diésel de Cuautitlán les ofreció la posibilidad de adquirir un camión seminuevo Volvo. Los retos no terminaron ahí. El proceso para obtener las placas durante la pandemia fue arduo y se enfrentaron al reto de encontrar un operador de confianza.
El siguiente gran obstáculo fue conseguir clientes. Aunque ya contaban con el camión, las placas y el operador, aún no habían realizado ni un sólo viaje. Fue entonces cuando Santiago decidió afiliarse a la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), lo que le permitió acceder a una bolsa de carga y encontrar un cliente formal.
El 23 de abril de 2021, Imperium Logistics realizó su primer viaje, con un operador conocido de la comercializadora de su papá, transportando polietileno de Hidalgo a Puebla. Ese primer viaje estuvo lleno de retos operativos, pero sirvió como punto de partida para lo que estaba por venir.
La consolidación
Una vez superados los obstáculos iniciales, Imperium Logistics comenzó a ganar tracción. El enfoque de los fundadores siempre fue claro: ofrecer la máxima calidad en el servicio, algo que les permitió captar poco a poco más clientes. Su primer operador demostró ser clave en el éxito de la empresa, no sólo por su profesionalismo, sino también por su disposición a enseñar a Santiago y Joss los entresijos del transporte de carga. Poco a poco, la empresa fue expandiéndose y comenzó a trabajar con grandes nombres del sector.
El éxito de Imperium no se limitó sólo a la calidad operativa, sino también a la creación de relaciones duraderas y de confianza con sus clientes y colaboradores. Gracias a los contactos que establecieron en convenciones de CANACAR, lograron construir una red de apoyo que les permitió resolver problemas operativos y mecánicos, adentrándose por completo al mundo empresarial del autotransporte.
Para 2022, el crecimiento de Imperium Logistics empezó a ser notable. La empresa adquirió más vehículos, amplió sus rutas y estableció un pequeño Centro de Distribución en Tultitlán, Estado de México, consolidando su presencia en el sector.
El futuro de Imperium Logistics
Actualmente, la compañía cuenta con una cartera de más de 20 clientes y una flota de 10 unidades, con un enfoque que continúa centrado en la excelencia en el servicio y un crecimiento sostenido.
Entre sus objetivos se encuentra la expansión hacia operaciones de cruce fronterizo, aprovechando las oportunidades que ofrece el nearshoring. Además, están en proceso de consolidar su operación en Monterrey, una plaza estratégica. Todo ello, en aras de ofrecer un servicio logístico integral a nivel nacional.
“Agradezco a Joss, a nuestro primer operador, a los clientes, así como a los directivos de Transportes AVE, TMS, Triromo, TransGlez, TEM y Jorovalu, porque sin su confianza y apoyo, este proyecto no hubiera sido posible”, refiere Santiago Merino, protagonista de esta historia nacida como un emprendimiento, pero que tenía como destino el éxito y la grandeza, preservando ahora la trascendencia de aquellas personas que adoptan el transporte de carga como un modo de vida.
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