Organizaciones civiles demandaron a las autoridades federales y locales instrumentar políticas públicas que acompañen la actualización de las normas 020 y 025, ya que de no hacerlo se mantendrán las altas cifras de decesos asociados a la mala calidad del aire.
El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, señaló que en México, entre 2001 y 2005, la contaminación del aire se relacionó con la muerte de 38 mil personas a causa de padecimientos como el cáncer de pulmón, enfermedades cardiopulmonares e infecciones respiratorias.
La exigencia se da ante la entrada en vigor de las actualizaciones a dichas normas que establecen los valores límite permisibles de concentración de ozono y partículas suspendidas en el aire.
La contaminación atmosférica también representa costos económicos. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportaron que en el año 2011 los costos ambientales ascendieron a 520 mil 300 millones de pesos, equivalente al 3.6 por ciento del Producto Interno Bruto del país.
Las organizaciones El Poder del Consumidor, Fundación Tláloc, Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Red Nacional de Ciclismo Urbano (BICIRED) y la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), resaltaron que la actualización de las normas 020 y 025 es un triunfo de la sociedad civil que impactará en todo el país.
El representante de REDIM alertó que será necesario “institucionalizar los procesos dentro de los grupos de trabajo, debido a que los lineamientos que establecen las normas no son respetados por las autoridades que los instalan, modificándose a discrecionalidad”.
En este sentido las organizaciones enumeraron las estrategias que deberán ser instrumentadas si se quieren reducir los contaminantes atmosféricos. Stephan Brodziak de El Poder del Consumidor y Agustín Martínez de BICIRED dieron a conocer el protocolo a seguir por parte de los tres niveles de gobierno para evaluar el mejoramiento de la calidad del aire.
Adicional a lo anterior, Fátima Masse, Consultora de IMCO, dijo que la reducción de partículas contaminantes en el país dependerá de dos temas fundamentales: la calidad de los combustibles y las tecnologías de los vehículos pesados. Ambos competencia del Gobierno Federal.
Con relación a los combustibles la consultora de IMCO mencionó que, de acuerdo con la norma 086, PEMEX debería distribuir diesel de ultrabajo azufre (diesel UBA) en todo el territorio mexicano desde 2009. “Sin embargo, cinco años después PEMEX no ha cumplido con este lineamiento y sólo abastece diesel UBA en las principales zonas metropolitanas y la franja fronteriza”.
Por último, Carlos Mendieta, director general de Fundación Tláloc, informó que se enviaron cartas a la autoridad federal, en este caso de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), así como a la industria automotriz para conocer el compromiso de ambos sectores para aplicar a cabalidad la norma 044, que regula las emisiones contaminantes de los vehículos pesados.