La Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada, A. C., llevó a cabo su 17 Congreso Panamericano de Seguridad Privada en CDMX, donde figuras representativas del sector hablaron sobre el panorama que vive la seguridad privada, esto durante la charla “Seguridad Privada: Situación mundial y regional”.
En este panel, Gabriel Bernal, Presidente de la AMESP; Jefferson Simoes, Presidente de la World Security Federation, y Johan Fabricio Vargas Mejía, Presidente de la Federación Centroamericana de Seguridad privada, abordaron la importancia de crear un soporte que sirva de marco estructural para dar mejores condiciones a los diferentes actores de la seguridad privada.
En el caso particular, Gabriel Bernal, habló sobre la necesidad de regular a las empresas de seguridad privada que actualmente se desempeñan bajo la irregularidad, lo cual es considerado un factor de riesgo, ya no pueden garantizar que el servicio sea de calidad.
Por el contrario, mencionó que las regulaciones actuales, al ser demasiadas y muy variadas, impiden que las empresas quieran regularizarse. Este factor afecta al servicio y todo lo que conlleva la seguridad privada.
“Pugnamos por una regulación efectiva. Queremos que nos regulen con cancha pareja para evitar la proliferación de empresas informales, las cuales representan más del 80% de las empresas del sector”, dijo el Presidente de AMESP.
Urge legislación federal equilibrada
En entrevista, Gabriel Bernal, Presidente de la AMESP y Daniel Espinosa Ávila, Vicepresidente de AMESP, explicaron la necesidad de una legislación federal que de soporte a todas las empresas dedicadas a la Seguridad Privada.
Es necesario señalar que de las 280 empresas afiliadas a la asociación, 55 trabajan directamente con el transporte de carga, de ahí la relevancia que tiene la AMESP dentro del sector de carga.
De acuerdo con los ejecutivos, el soporte de una ley federal bien edificada ayudará a mejorar las condiciones de los trabajadores de seguridad privada y por ende, incrementar la calidad del servicio.
Los líderes explicaron que una ley que no atente con las empresas ni los trabajadores de Seguridad Privada necesita no estar sobreregulada, como sucede actualmente con las 32 regulaciones federales y las otras tantas estatales a las que deben ajustarse las empresas legales de seguridad privada y que entorpecen sus actividades.
Esto, aseguran, crea un círculo vicioso en el que las empresas no se regulan por los excesivos requerimientos y que, a su vez, genera una expansión de las empresas irregulares, que en algunos casos llegan a estar relacionadas con el crimen organizado.
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