De origen michoacano llegó a Tijuana, Baja California, a muy corta edad. En 1990, cuando tenía 20 años, decidió iniciar en el transporte de carga para la industria maquiladora con una minivan y muchos sueños por delante, a los seis meses adquirió la segunda unidad y cinco años después, ya sumaba 100 vehículos.
La travesía no fue fácil, tuvo que enfrentar, al igual que otras compañías, el reto del negocio exportador y las exigencias que éste requiere. Hoy, 32 años después, Isrrael Delgado cuenta con una flota de 150 camiones en su empresa, Servicio Express de Tijuana, comandada por la segunda generación.
El crecimiento sostenido y la experiencia lograda en el movimiento de carga internacional, han dado al empresario, las bases suficientes para destacar en la industria como un promotor de la formalidad, la profesionalización y atender problemas en la región como la agilización de cruces fronterizos y mejorar la movilidad. Todo lo anterior lo llevó a ocupar el cargo de vicepresidente de la Región Noroeste de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) y delegado en Tijuana, Baja California.
Encaran nuevos desafíos
Inmerso en uno de los puntos con el mayor número de cruces fronterizos, Israel Delgado sabe de los retos particulares que tiene el transporte en la región.
Coincide en la falta de operadores, por lo que decidió apoyar a la Asociación de Mujeres Operadoras de Carga (AMO), a fin de disminuir la falta de conductores y apoyar a las mujeres a desenvolverse en un área que tradicionalmente ha sido masculina.
“A nivel nacional, enfrentamos el reto de la inseguridad, es un tema del que se ha hablado mucho en el país, hoy por hoy tenemos 35 robos documentados por día, ha sido sumamente complicado poder operar a ciertas horas”, afirma.
Agrega que otro desafío para el transporte es el costo de los camiones y su disponibilidad, ya que, derivado de la pandemia, actualmente adquirir un vehículo representa 50% más del valor que tenía en 2021.
A nivel regional, Israel Delgado se pronuncia por el problema de los cruces, especialmente desde la separación del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), situación que ocasionó inestabilidad en el sistema, con retrasos significativos, principalmente para los operadores.
“La aduana de Tijuana presenta retrasos de hasta ocho horas. Por ello, buscamos el apoyo del gobierno para eficientar los procesos de cruces de mercancías, lo cual tiene que ver no sólo con la operación de las empresas, sino con la parte humana del operador. Tenemos que buscar cómo tener mejores condiciones, pero al mismo tiempo cumplir con las normas del gobierno”, explica Delgado Vallejo.
Electromovilidad, el parteaguas
Aunado a los problemas mencionados, el dirigente se pronuncia sobre lo que quizá sea uno de los desafíos más importantes para el autotransporte: el salto a la electromovilidad.
“En dos años, el estado de California en Estados Unidos se adelantará una década para cumplir con la transición a vehículos eléctricos y descarbonizar el medioambiente. Esto representa un reto importante para las empresas transportistas en México, porque no existen las condiciones, ni los vehículos, ni la infraestructura y el lapso que tenemos para cumplir es de dos a ocho años”, sentencia.
En este contexto afirma que 2023 será sumamente complicado, donde los márgenes de las empresas se van a reducir y por lo tanto, se tiene que ser más eficiente. “Pensar hacia 2025 como una transición tecnológica, donde un vehículo eléctrico cuesta ocho millones de pesos, en comparación con un camión diésel que cuesta 200 mil dólares y, además hay que comprar una batería que oscila entre 100 y 150 mil dólares, se vuelve difícil”, enfatiza.
Afirma que éste será un reto que varios estados en la frontera van a compartir en el 2024 y pronostica un duro golpe para los camiones que cruzan a Estados Unidos, pues sólo en Baja California existen alrededor de 780 empresas transportistas, de las cuales, 80% se dedica a exportaciones.
Recordó que a partir del 1 de enero del 2023, ningún vehículo, tanto americano como mexicano, que tenga un motor de 2010 para arriba podrá circular en California, y lo mismo pasará con la electromovilidad, el transporte en la región dejará de ser competitivo.
“Sería un impacto brutal para los cerca de 25 mil camiones que cruzan la frontera. Sólo a partir del 1 de enero del presente año, 850 camiones en Tijuana dejarán de cruzar la frontera, porque no pudimos migrar a nuevas tecnologías, hubo escasez de unidades, derivado de la pandemia y el precio de los camiones se incrementó, eso hizo que muchas empresas pequeñas no pudieran hacer frente a esta situación”.
Así, desde su posición como vicepresidente de CANACAR, desde 2021, Israel Delgado busca mantener informada a la comunidad y hacer mucho coaching con los transportistas, a fin de que estén bien asesorados, además de buscar apoyos financieros para que puedan adquirir los vehículos, pero sobre todo, y tal vez lo más importante, gestionar con las autoridades, opciones para la frontera y el transporte.
“Estamos solicitando a California que las empresas que están en México y que operan en Estados Unidos puedan entrar como una sola entidad, de tal manera que puedan tener acceso a incentivos económicos, para que puedan tener camiones en Estados Unidos”, precisa.
Además de gestionar un programa piloto para empresas plenamente identificadas y con altos niveles de confianza para que puedan transitar sin esperar tantas horas.
Y es que, sólo por mencionar a Tijuana, la entidad tiene un intercambio de 400 millones de dólares diarios en movimiento de mercancías, pero con las largas horas de espera se reduce hasta 50%.
Así con más de tres décadas de pertenecer al autotransporte, el cual, dice, “significa todo para mí, es mi vida”; no deja de sorprenderse por la tecnología, la evolución de los vehículos y cómo el acceso a las más recientes innovaciones benefician al sector.