Bernardo Vázquez no imaginó que a sus 18 años, fuera pionero de una de las compañías más representativas de la industria de pasaje. Aprendió a manejar cuando trabajaba como cobrador de una ruta de transporte público y años más tarde, adquirió su primer camión, y con él, el sueño de tener su propia empresa.
Bernardo sorteó diversos problemas económicos y la quiebra de su negocio; sin embargo, el apoyo de un amigo transportista y la fortaleza que nunca perdió, lo llevaron a tener cuatro camiones para dar servicio a escuelas bajo el nombre de “Transportes Escolares Bernardo Vázquez”.
En 1986, se incorporó su hijo Raúl Vázquez a las operaciones de la compañía lo que dio un impulso renovado a la empresa, que para ese año, ya sumaba la cantidad de 40 camiones.
Con el paso de los años, Transportes Escolares Bernardo Vázquez, incrementó su parque vehicular gracias a la venta de unidades viejas
que hacían las grandes empresas, ya que era imposible pensar que un hombre-camión comprara unidades nuevas.
Sin embargo, el error de diciembre de 1994 sorprendió a la familia Vázquez. Con la crisis económica, dejaron de prestar sus servicios a sus dos únicos clientes, lo cual tuvo como efecto inmediato, la paralización del negocio.
Sus competidores, por el contrario, no fueron afectados porque la gente no dejó de mandar a sus hijos a la escuela y tenían que hacer uso del transporte escolar.
Lo anterior no fue pretexto para dejar caer lo que habían construido durante tantos años, y en 1996, Raúl Vázquez le compra el negocio a Bernardo Vázquez, transacción que da vida a Transportes Escolares y de Turismo (TETSA), marcan- do el inicio de una nueva etapa.
EL NUEVO ENFOQUE
Tras la crisis económica que hizo quebrar diversos negocios, el mercado evolucionó con el crecimiento de marcas como Volvo, International y Mercedes-Benz, empresas que recién habían ingresado a la industria nacional con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC), con el cual se incrementó la competencia de compañías de transporte escolar y de pasajeros.
“Mi padre insistía que era un negocio que me iba a quitar la vida, por todos los problemas que tenía la empresa, pero un día descubrí que tengo aceite
en las venas. Ese amor surgió de ver su pasión y responsabilidad. Recuerdo cuando vi 20 camiones reunidos para dar un servicio a Bacardí, cuando tienes cuatro camiones, sabes lo complicado que es reunir 20 y hacer alianzas con otros transportistas. Eso fue el detonante para impulsar esta
empresa”, señaló Raúl Vázquez, presidente y fundador de Scholastico.
En 2008, TETSA cambió su nombre a Scholastico, palabra que proviene del italiano y cuyo significado es “escolar”.
La llegada de nuevos competidores generó la inquietud de distinguirse entre los diferentes servicios que ya estaban en circulación, y paulatinamente, la firma comenzó a ganarse la confianza de los clientes.
Como efecto inmediato, Scholastico inició la profesionalización de sus operadores y su logística de servicios con vehículos más recientes.
“Mi sueño era tener una empresa grande y que los autobuses fueran iguales, eso me costó mucho, porque el igualador de pinturas no siempre tenía excelentes resulta- dos y porque los operadores le ponían de todo a su camión, un zapatito de bebé, luces de colores y hasta un frasco con un foco y muchas otras curiosidades lo que también era parte de su cultura”, agregó
LA BASE DEL NEGOCIO
Los pilares que sostienen a la compañía están basados en el conocimiento del negocio, la visión de crecimiento, la inversión y el trabajo de todos los que aquí laboran.
Así, a un ritmo de crecimiento anual que oscila entre el 20 y 23%; la firma posee una flota vehicular de 580 vehículos con antigüedad de 2.9 años promedio. Posición que se han ganado, debido a que las empresas deciden cambiar de proveedor de transporte escolar y de personal, luego de recibir un mal servicio.
Los principales clientes de la compañía son empresas que contratan las unidades para trasladar a sus empleados, aunque, la flota vehicular está concentrada en las escuelas, por la cantidad de estudiantes que transportan diariamente.
PROYECCIÓN 2019
En medio de un año que ha provocado incertidumbre en los negocios, Raúl Vázquez afirma que 2019 dará continuidad al crecimiento obtenido en los últimos años.
Como resultado de esa confianza, Scholastico prevé invertir 170 millones de pesos para la compra de una centena de vehículos que formarán parte de la expansión de su parque vehicular.
“La seguridad de los pasajeros es muy importante para nosotros, por eso decidimos invertir en nuevas tecnologías como rastreo satelital. Además, todas y cada una de las unidades son verificadas por profesionales antes de salir a sus rutas, porque las empresas nos confían a su personal y las escuelas a sus niños, transportamos vidas y eso es lo más importante para nosotros”, precisó el ejecutivo.
Para mayor tranquilidad los vehículos cuentan con certificaciones de seguridad y están fabricados con materiales resistentes como acero y aluminio, además, se monitorea el recorrido de los operadores, para saber el uso que se le está dando al vehículo.