Durante las últimas décadas una de las preocupaciones de la ciencia ha sido desarrollar combustibles menos dañinos con el ambiente, que además alternen con un buen rendimiento para vehículos y mejoren su conducción.
Sin embargo, es necesario reconocer que la falta de apoyos en materia de infraestructura es aún es deficiente, de manera que los proyectos para impulsar este tipo de combustibles alternos se han retrasado.
De esta manera con el objetivo de desarrollar investigación tecnológica en áreas de electrónica, control ambiental y materiales, el Centro de Investigación e Innovación Tecnológica (CIITEC) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), lleva a cabo el proyecto: Combustibles alternos.
Dicho proyecto tiene la finalidad de convertir los sistemas actuales de carburación a sistemas de carburación de combustibles alternos como gas L.P., gas natural comprimido y celdas de hidrógeno. Debido a que en las próximas décadas el mundo afrontará dos problemáticas cruciales: la necesidad de contar con más electricidad y disponer de más energía líquida para alimentar los motores.
Al respecto, Vicente Mayagoitia Barragán, director de proyecto de transporte del CIITEC, resaltó: “estamos diseñando combustibles manos agresivos con el ambiente y las alternativas que se han presentado de acuerdo a las disponibilidades, lo cual va marcando la procuración de nuevas alternativas como: celdas de hidrógeno, híbridos, gashol, etc. Así que vamos seleccionando las alternativas viables que podemos encontrar en la actualidad”.
Alternativas
Debido a la complejidad de las zonas con mayor parque vehicular, como el territorio nacional donde el diesel y gasolina se disputan una mayor participación de mercado, la preocupación de ofrecer combustibles de mejor calidad en beneficio del ambiente, de la eficiencia del motor, y del transporte no sólo elevó los retos de producción, sino que con gran interés llegó a desarrollar los medios posibles para mejorar lo que ya estaba escrito.
Uno de los objetivos del diseño de combustibles alternos es la procuración de reducir la contaminación y precio accesible. Además de que en el caso del motor, el período de mantenimiento se haría más largo a diferencia del diesel y la gasolina, al mismo tiempo que los residuos de combustión serían casi inexistentes.
Gas L.P
Desde su llegada al mercado, el gas L.P. planteó ser el combustible más difundido entre el sector transportista debido a su bajo precio, y por los beneficios ecológicos y operativos de las unidades.
Sin embargo, los resultados no cumplieron con lo estimado, pues se encontró dificultad de arranque por las mañanas, fugas constantes, consumo excesivo de combustible y con ello un calentamiento y desgaste prematuro del motor, lo que terminó con las expectativas de innovar en este segmento.
A decir de Mayagoitia Barragán, actualmente es más recurrente el uso de gas L.P. puesto que hay más estaciones de carburación que de gas natural, por lo que la disponibilidad hace que el consumidor prefiera un gas licuado de petróleo a un gas natural.
En cuanto a la aplicación del gas propano éste requiere de mejores instalaciones de llenado de combustible, mantención y almacenamiento bajo estándares apropiados. Asimismo, la infraestructura necesita estar equipada con detectores de gases inflamables.
También se estima que a diferencia del gas natural, que es más liviano que el aire, el propano, más pesado que el aire, puede almacenarse en pozos o debajo de vehículos o gabinetes.
Gas Natural
Lo que en un principio conocíamos sólo para uso doméstico, se convirtió en una de las opciones para el autotransporte, al igual que el gas L.P. produce los mismos beneficios tanto para el ambiente como para la economía, debido al mejor desempeño del motor.
Cabe mencionar que la incursión de estos combustibles amables con el entorno ambiental y económico, hoy en día no tratan de sustituir las formas de utilización y abastecimiento, sino mejorar la demanda.
Mayagoitia explicó que los combustibles alternos no sustituyen el uso de la gasolina, porque tiene la misma fuente, sino que se trata de buscar opciones más limpias, como el gas que tiene ventajas para las grandes concentraciones urbanas como es su baja emisión de contaminantes.
Celdas de hidrógeno
Otro de los futuros combustibles alternativos son las celdas de hidrógeno. Para ello Mayagoitia resume que partiendo de un combustible limpio como el hidrógeno es capaz de generar un proceso de movimiento.
El uso de esta tecnología actualmente se lleva a cabo en Brasil, entre otros países. Sin embargo, debido a su alto costo por el cambio que implica en la naturaleza, ya que al mezclarse con agua genera una expansión derivada en movimiento, considera una fuente limpia que no eleva contaminantes a la atmósfera sino vapor de agua.
Etanol
El etanol es un alcohol con características de alto octano, pero bajo cetano, de aplicarse en un motor éste requerirá de inyectores especiales y realzadores de ignición para hacer que el etanol se queme.
Al ser un combustible bondadoso se presta para ser mezclado con gasolina en uso de motores de ignición por chispa. Su producción se lleva a cabo por medio de fermentación de plantas de azúcar y en los Estados Unidos a base de maíz y otros productos de grano, en nuestro país y casi en toda Latinoamérica se produce por medio de la caña de azúcar.
Viabilidad vs infraestructura
A pesar del auge y la modernidad en la que se ve inmersa la industria manufacturera, así como el desarrollo de medidas tecnológicas que disminuyen los riesgos de combustibles con el ambiente. Aún queda un reto mayor que es poner al alcance del consumidor este tipo de combustibles.
La flotilla de transporte en el país “no puede ser sustituida de golpe, ni el fabricante puede producir motores para los diferentes combustibles; entonces mientras no haya un combustible que sea una alternativa viable y costeable no va a permear en la demanda del transporte”, advirtió Mayagoitia Barragán.