El cuidado de chasis y de motor es parte importante del servicio en vehículos pesados. Por este motivo, la división de autobuses de Volvo recomienda no pasar por alto esta acción.
La limpieza del motor debe realizase cubriendo el alternador, la polea tensora, el tensor de correa y todos los componentes eléctricos para evitar que entren disolventes o líquidos en las piezas, y si se trata de lavado a alta presión con vapor, la misma presión no debe pasar sobrepasar 80-100 BAR en la boquilla a una distancia de 100 o 150 mm.
De igual forma, Volvo Autobuses señala que no se debe apuntar con el chorro de agua directamente a un alternador, ya que puede provocar daños y averías graves en el regulador eléctrico, el rectificador y piezas mecánicas.
Finalmente, una inspección a simple vista al momento del lavado puede ayudar a identificar problemas como fugas de líquido o gases, y el estado del cableado eléctrico.