Por: Mireya Peralvillo / Sonia Vázquez
La privilegiada ubicación de México como puerta de entrada a Estados Unidos, así como la riqueza natural y cultural que se encuentra en el sur del país hacen, del territorio nacional, uno de los más visitados a nivel mundial. De acuerdo con datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), somos el sexto país con mayor afluencia al recibir a más de 41 millones de turistas en 2018.
Entre los destinos con mayor atracción de visitantes destacan las zonas fronterizas con Estados Unidos, Belice y Guatemala. En 2018 ingresaron al país poco más de 18 mil turistas fronterizos y 40 mil excursionistas fronterizos que dejaron una derrama económica de casi tres mil millones de dólares, de acuerdo con el documento Panorama de la Actividad Turística en México, publicado y editado por el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET).
En los 24 cruces fronterizos que tiene México con Estados Unidos circulan millones de turistas al año, ya sea a pie, automóvil particular o en transporte de pasajeros.
Para cumplir con la demanda de transportación, los recorridos en autobús han cobrado mayor relevancia al ofrecer las diferentes líneas de transporte viajes más placenteros para sus clientes.
El talón de Aquiles
Para cualquier empresa de turismo que quiera hacer cruces fronterizos entre México y Estados Unidos, las normas son muy estrictas.
En primera, las unidades tienen que cumplir con los estándares de calidad que solicita el Departamento de Transporte de Estados Unidos (USDOT, por sus siglas en inglés) que van desde las medidas del autobús, tipos de ventana, motorización y, recientemente, el uso de bitácora electrónica para los operadores.
Pero, más allá de los requisitos físico-mecánicos de las unidades, el verdadero problema para circular en Estados Unidos es el tema de las pólizas de seguros.
“Más que conseguir los permisos de circulación, el verdadero reto es adquirir un seguro para cruzar la frontera. El propietario debe contratar un servicio anual, porque no hay seguros por viaje, situación que complica la operación y los gastos”, explicó José Manuel de Alba, vicepresidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat).
“Los seguros son bastante caros, es un poco complicado cumplir con todos los requisitos”, dijo Maribel Amado Anaya, gerente general y presidenta de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV) filial Chihuahua.
Se estima que el costo anual de un seguro en Estados Unidos oscila entre cinco mil y 60 mil dólares, dependiendo del tipo de vehículo y cobertura.
Adicional, los operadores tienen que acreditarse como conductores con licencia internacional y dominar el idioma inglés, además de ser sometidos a exámenes médicos y de dopaje de forma aleatoria en consultorios de Estados Unidos.
“En un mes les puede tocar hasta dos veces someterse a exámenes antidoping”, indicó la presidenta de AMAV en Chihuahua.
Martín Medina López, director de Tours López, manifestó que son aproximadamente 100 empresas establecidas en México las que ofrecen el servicio de transportación a Estados Unidos, sin embargo, considera que las normas para circular son muy duras, por lo que solicita, mayor flexibilidad.
Precisó que la empresa instalada en Aguascalientes adquiere de fábrica los autobuses, sin embargo, tiene que hacer modificaciones en sistemas de seguridad para cumplir con la normatividad del USDOT.
Otra de las medidas a las que tienen que hacer frente los operadores y turistas, es en materia de revisiones, aquí se pueden demorar de 40 minutos a tres horas en cruzar la frontera, dependiendo de la garita.
Por este motivo, la empresa de soluciones turísticas Sol Tour’s Parras de Coahuila, una vez que llega a la frontera, entrega la información completa del destino; motivo de la visita; cuántas personas se trasladan; pasaporte y visa, incluso. Aunque en algunos casos, piden certificados médicos, además de registrar todo lo que se va a trasladar, comentó Emiliano Campo, director general.
El “Plan Maestro”
Para facilitar el ingreso de camiones de carga y autobuses de pasajeros a Estados Unidos, Aurelio Pérez, presidente de la Canapat, indicó que actualmente el organismo forma parte de un estudio que realiza el Departamento de Transporte del estado de Texas para determinar cómo mejorar el ingreso de vehículos; además de definir los retos en infraestructura y cómo canalizar las inversiones.
El proyecto denominado Plan Maestro de Transporte Fronterizo Texas-México (BTMP), contempla que su desarrollo requerirá entre 12 y 18 meses para su conclusión. En su elaboración participan consultores del transporte tanto de México y Estados Unidos, así como el exsubsecretario de Transportes Humberto Treviño Landois, y otras cámaras y asociaciones del sector transporte tanto de carga como de pasaje.
El BTMP, contará con cuatro fases. La primera de ellas busca realizar un estudio binacional y recopilación de datos; la segunda consiste en reunir información y hacer un análisis del corredor; la tercera, en construir un acuerdo común binacional de soluciones de transporte; mientras que la cuarta buscará completar el análisis y resultados de comunicación.
“Tenemos acercamientos con autoridades para facilitar los cruces haciendo hincapié en que cada pasajero es responsable de su situación migratoria, y de tener en orden sus papeles. Buscamos tener carriles de alta ocupación para que los autobuses de pasaje tengan prioridad al cruzar la frontera”, señaló.
Dijo que, para facilitar el acceso, algunas compañías mexicanas han formado empresas en la Unión Americana y han sido exitosas. “En lugar de que el autobús de México cruce a Estados Unidos o esté circulando en todo momento, algunas empresas han comprado autobuses allá y hoy son exitosos.
En contraste, precisó que firmas norteamericanas como Greyhound, quien llegó a México hace casi un año con un modelo de negocio diferente, también han comprobado el éxito de hacer recorridos internacionales.
La otra frontera
El turismo en el sur del país está más ligado al tema cultural e histórico en zonas arqueológicas. La riqueza de la cultura maya, que abarca Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Chiapas, -en México- Guatemala, Belice, Honduras y el Salvador, hacen de Guatemala y Belice, cruces de gran relevancia para el turismo nacional e internacional.
Juan Carlos Castro, director general de Otisa, operador turístico de Chiapas, comentó que para ofrecer este tipo de servicio se requiere de un documento notarial a favor de un conductor en específico, para que pueda sacar la unidad de territorio mexicano e ingresar a Guatemala.
En Belice, la operación requiere adquirir un seguro de cobertura civil, cuyo costo es de siete dólares beliceños (65 pesos mexicanos).
Para facilitar la circulación, desde hace cuatro años, México, Belice y Guatemala mantienen un Programa de Cooperación Turística con la finalidad de que cada uno de los países obtenga beneficios comerciales. De esta manera, los operadores y guías sólo pueden hacer viajes dentro de su país, los turistas al cruzar la frontera a pie cambian de autobús y guía.
De acuerdo con Nichim Tours y Mexcellence Travel, ambas operadoras internacionales en la frontera sur, cerca del 30% de los usuarios que solicitan este tipo de viajes son turistas europeos principalmente de Alemania y Suiza que adquieren viajes a las zonas arqueológicas.
El turismo internacional es una fuente de empleo y generador de divisas, sólo en 2018 ingresaron 41.4 millones de turistas internacionales, los cuales dejaron una derrama económica de 22 mil 510 millones de dólares.
Nuevos escenarios
De acuerdo con el documento Visión Global del Turismo a México de la Secretaría de Turismo, publicado en 2018, los destinos más visitados por mexicanos fueron: Estados Unidos, Canadá, España, Francia y Argentina. Señala que durante 2016 y 2017, los usuarios mantuvieron su preferencia a Estados Unidos, Canadá y España, ubicándose como los destinos preferidos de los mexicanos.
Y aunque la política estadounidense de Donald Trump se ha endurecido con medidas migratorias, expresiones de racismo y amenazas, el turismo hacia el vecino país sigue siendo atractivo.
El cruce en las fronteras norte y sur del país serán para los viajeros mexicanos la alternativa para conocer nuevas experiencias, además de mantener la preferencia en los recorridos por autobús.