Aunque la logística y las cadenas de suministro recientemente se han revalorado como motores de la economía, estas actividades no están exentas a los cambios que desde hace algunas semanas forman parte de la llamada “nueva normalidad”, caracterizada por constantes medidas de distanciamiento social y prevención para evitar contagios por COVID-19.
Oscar Vázquez, Customer Services & Logistics Supply Planning Sr. Director en Kelloggs Company, señaló que es primordial que la logística se adapte a las nuevas reglas del juego, donde se necesitarán nuevas estrategias de operación diaria, realizar ajustes y requerimientos para distribución, así como tomar en cuenta cambios en transporte y movilidad.
“El que sobrevive es el que cambia y se ajusta más rápido. Ahí es donde estamos viendo empresas que desafortunadamente no están moviéndose con la agilidad necesaria y obviamente están sufriendo las consecuencias”, dijo el experto en una ponencia organizada por Soy Logístico.
Destacó que los cambios en la operación diaria están centrados en continuar las operaciones sin poner en riesgo la salud de los colaboradores, por lo que el distanciamiento social, la sanitización de espacios, el escalonamiento de horarios y los protocolos no son medidas opcionales, por lo que es necesario adoptarlas lo más rápido posible.
Vázquez afirmó que hay nuevos elementos a tomar en cuenta en distribución, como pueden ser restricciones al transporte, nuevos equipos de seguridad para operadores y transportistas, requerimientos de sanitización para hacer entregas o los protocolos para las devoluciones.
Asimismo, el experto señaló que se vienen cambios en la forma de transportar mercancías, aplicados en centros de distribución, bodegas y puntos de venta, así como en la forma en que se transporta el personal que labora en las empresas, destacando que incluso muchas no regresarán al trabajo presencial, dado el auge del teletrabajo.