La cadena de frío en la última milla enfrenta varios retos importantes frente al cambio climático en México, que afectan tanto la eficiencia logística como la calidad de los productos transportados.
José Carlos Gómez, Director de Ventas LAR Norte en Thermo King México, explica que, después de la pandemia de COVID-19, la última milla experimenta un crecimiento exponencial motivado, entre otros factores, por el incremento del ecommerce.
No obstante, fenómenos como el cambio climático presentan desafíos importantes con la llegada de olas de calor más frecuentes y severas que elevan las temperaturas en las zonas urbanas y rurales. Esto incrementa los costos energéticos y reduce la eficiencia operativa de los vehículos refrigerados.
Ante este panorama, se han implementado fuertes estrategias para el diseño y desarrollo de tecnologías avanzadas de monitoreo en tiempo real con el fin de controlar las condiciones de temperatura y humedad de los distintos tipos de productos que se transportan a través de las unidades. Lo anterior ha representado, además, una significativa inversión en tecnología y capacitación del capital humano.
“En los próximos 10 años experimentaremos una elevación constante de la temperatura con números récords. Esto significa un desafío importante dentro de la última milla en industrias como la alimenticia y la farmacéutica, entre otras”.
Monitoreo en tiempo real
José Carlos Gómez, con más de 20 años en la industria de cadena de frío, destaca la importancia de las soluciones de monitoreo y conectividad para la última milla. En ese sentido, apunta, el desarrollo de tecnologías para monitorear y gestionar en tiempo real las condiciones de los productos durante su transporte ayuda a mejorar la eficiencia operativa y la trazabilidad en la cadena de suministro.
Thermo King, con más de 85 años de historia a nivel global, por ejemplo, ha desarrollado un hardware telemático integrado que facilita la conectividad en las flotas. El sistema envía alertas instantáneas en caso de que se detecten desviaciones de temperatura o fallas en el equipo de refrigeración. Esto permite a los operadores tomar medidas correctivas antes de que los productos se vean afectados.
Al proporcionar datos detallados sobre el rendimiento de las unidades de refrigeración, este hardware ayuda a los operadores a mejorar la eficiencia del consumo energético. Lo anterior reduce el desgaste del equipo y minimiza el tiempo de inactividad.
Cadena sostenible
La cadena de frío en la última milla también se enfrenta a la urgencia de reducir su impacto ambiental. Por ello, la combinación de productos totalmente eléctricos para el transporte refrigerado se ha vuelto esencial.
Gómez detalla que los productos full electric están diseñados para ser utilizados en vehículos eléctricos. Esto permite a las flotas combinar vehículos y unidades de refrigeración completamente eléctricas, optimizando aún más la sostenibilidad y reduciendo el impacto ambiental.
“Cuando hablamos de equipos eléctricos es que tienes un chasis eléctrico con un equipo de frío eléctrico. En México tenemos más de 150 unidades ya rodando y en Latinoamérica otras 100”, indica.
Es así como la industria de la cadena de frío debe enfocarse en desarrollar soluciones más sostenibles y resilientes. Lo que requiere la adopción de tecnologías que reduzcan el consumo energético, mejoren la eficiencia de los sistemas de refrigeración y se adapten mejor a los desafíos que impone el cambio climático.