A raíz del impulso que ha tenido la estrategia de Nearshoring dentro de los sistemas industriales, se ha incrementado la demanda de producción nacional y el uso de mano de obra certificada en México.
Cada vez son más empresas, sobre todo aquellas relacionados con el sector automotriz, que están trayendo sus plantas de manufactura al país, lo que permite abrir el número de contrataciones nacionales, fortaleciendo la producción y mano de obra nacional, la cual es altamente calificada y puede beneficiar a las empresas en más de una forma.
Actualmente, México es una pieza clave dentro de la revolución de Nearshoring, sobre todo para el mercado norteamericano, debido a que aquí en México es posible encontrar mano de obra calificada que es cien por ciento adherible a nuevas culturas o procesos de trabajo, que además es dinámica y aprende fácilmente, lo anterior le otorga grandes ventajas a las empresas interesadas en tener centros de producción de alta calidad que se encuentren más cercanos a sus puntos de venta.
Así, muchas compañías estadounidenses y canadienses migraron de Asía hacia México, pues notaron que cuesta más cada año transferir los productos desde allá que producirlos dentro de América, esto aunado a las ventajas de producir en territorios vecinos, situación que permite abreviar los tiempos de entrega, estar más cerca de sus clientes, obtener mayor beneficio del Tratado de Libre Comercio y tener un mejor tiempo de reacción.
En México, Centroamérica y el Caribe la mano de obra es más accesible, esto contribuye a que con la reciente inflación de los costos en países fuera del Continente Americano, la ventaja de tener una operación que requiere mucha mano de obra en China ya no es tan grande como por ejemplo tenerla aquí, donde es menos costosa que en EUA, por lo que las empresas cada vez perfilan más sus estrategias en salirse del Outshoring para adoptar el Nearshoring.
Se puede notar que la tendencia de las compañías es tratar de diversificar las cadenas de suministro, algunas industrias buscan que sus proveedores estén lo más cerca posible de las plantas de manufactura, lo que agiliza los procesos y tiempos de reacción, facilitando la logística y transporte de piezas, incrementando la producción, lo cual beneficia a un número importante de compañías e impulsa la economía en los países en donde se lleva a cabo.
Por esto, cuando una compañía trae su planta de manufactura a México genera un gran impulso a los procesos de producción, permite la inversión en el país, incrementando la oferta de empleos e impulsando el movimiento a nivel logístico, lo que resulta en un beneficio integral para la cadena de suministro y para las empresas que apuestan por este cambio de dirección.