Como resultado de la incapacidad de los conductores que cuentan con licencia y evitar un gran número de accidentes viales, la medicina preventiva en el autotransporte actualmente es un requerimiento para reducir los siniestros y al mismo tiempo elevar la productividad de quienes operan las unidades.
Para el doctor Ernesto de Jesús Villagómez Hernández, certificado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), las revisiones frecuentes a los operadores de transporte es necesaria para reconocer el estado de salud de la persona y evitar cualquier tipo de siniestro.
“De hecho, la SCT pide como uno de los requisitos para solicitar la licencia a los conductores, un examen psicofísico para constatar que los operadores están saludables y pueden llevar a cabo su trabajo sin complicaciones”, explicó.
Detalló que este examen, se aplica a las personas que deben cumplir con este requerimiento que es integral y analiza diversas esferas como la oftalmológica, auditiva, cardiaca, neurológica, psicológica, entre otras.
Asimismo, dijo, en materia visual, se analiza la capacidad de reconocer de manera adecuada los colores (que no sea dicrómata) y que tenga sentido de la profundidad (que examine si los objetos están cerca a una distancia intermedia o lejos).
En cuanto a la diferencia de colores, el especialista agregó que las personas que no reconozcan el verde, pueden en determinado momento ser “aptos” para obtener su licencia; pero los individuos que no distinguen el color rojo, de ninguna manera pueden conseguirla, debido a que algunas señalizaciones utilizan el color rojo como referencia de alarma y el no distinguirlo puede tener severas consecuencias.
El sentido del oído también es de vital importancia, señaló, ya que por medio de éste, el operador puede ser avisado por otros vehículos sobre posibles maniobras o señalamientos a realizar y, en caso de que el transportista tenga problemas auditivos, puede minar su capacidad de respuesta.
Por otro lado, el médico expresó que otro de los sistemas que suelen revisarse con mucho detenimiento es el cardíaco, pues “en algunos casos los operadores pueden tener enfermedades que desconocen, por lo que ponemos atención a cualquier signo sospechoso que pueda desencadenar un infarto, esto sería fatal para el conductor en carretera”.
Asimismo, mencionó que en caso de padecer una enfermedad del corazón, el certificado que se extiende en la constancia es de “no apto”.
El estudio neurológico, agregó, es igual de importante para reconocer posibles señales de daño en el cerebro o alteraciones en el mismo.
“De igual manera que una persona que haya sufrido un infarto, una persona que sufre convulsiones, no puede ser operador” detalló el experto.
Después de analizar la salud física del solicitante, añadió, el examen debe ser psicológico, ya que es importante conocer la reacción del conductor ante el estrés, la presión, entre otros elementos.
De esa forma, apuntó Villagómez Hernández, una vez concluida la evaluación física y psicológica, se extiende una constancia de “apto” o “no apto”, y el conductor puede seguir con sus tramites en caso de obtener la primera opción.
A decir del experto, los estudios deben realizarse cada dos años para que los operadores se encuentren en óptimo estado de salud, pero al tener la licencia de conducir con vigencia por cinco años, los operadores retrasan este requisito hasta el momento que tienen que renovarla.
Finalmente, comentó que es sustancial que los transportistas comprendan que con este examen no están únicamente asegurando su empleo, también están conociendo y reconociendo su estado de salud.