En el marco del evento Foro Ruta México 2025, organizado por Mobility ADO, especialistas coincidieron en que México debe acelerar la transformación de la movilidad urbana, la cual exige acciones coordinadas entre gobierno, iniciativa privada y sociedad civil para avanzar hacia un transporte público más limpio, eficiente y accesible.
Durante el panel “Ruta del Transporte Sostenible”, moderado por Isabel Studer, Presidenta de Sostenibilidad Global, se abordaron los principales desafíos que enfrenta el país en materia de electrificación, financiamiento, planeación y gobernanza del transporte urbano.
Studer afirmó que la crisis de movilidad en México no se resuelve únicamente con la electrificación del parque vehicular. Asimismo, subrayó que la electromovilidad debe verse como una herramienta de justicia social, no sólo ambiental.
La especialista destacó que, aunque México cuenta con cerca de 700 autobuses eléctricos en operación, principalmente en Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Mérida, la cifra está lejos de países como Chile, que suma más de dos mil 300 unidades.
Tenemos que acelerar la descarbonización del transporte urbano, sí o sí, porque es un tema de bienestar social”, subrayó.

Impulsar el vehículo eléctrico, pero con planeación
Por su parte, Diana Ávalos, Directora General de la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVE), planteó que la transición hacia la movilidad eléctrica requiere también desincentivar el uso del automóvil particular de combustión.
Ávalos propuso la creación de zonas de cero emisiones en las ciudades. Así como revisar los incentivos que actualmente benefician a autos que no son realmente verdes.
Mientras sigamos subsidiando combustibles fósiles, será difícil financiar el transporte público limpio”, advirtió.

En su intervención, Rogelio Arzate, Presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), destacó la necesidad de garantizar suficiente infraestructura eléctrica.
El gran facilitador para que crezca la electromovilidad es la disponibilidad sustentada de energía”, destacó.
Arzate explicó que convertir toda la flota nacional de transporte a eléctrica requeriría más de cinco mil 700 gigawatts hora anuales, equivalentes al consumo de 160 mil hogares.
Por ello, subrayó la importancia de planificar con la Comisión Federal de Electricidad esta demanda de energía.

Transporte público desde la perspectiva social y humana
Daniel Sibaja, Secretario de Movilidad del Estado de México, reconoció que el país ha cometido errores en la implementación de proyectos público-privados.
En el Estado de México tenemos todo lo que no se debe hacer”, señaló al referirise a la falta de planificación en décadas pasadas.
No obstante, Sibaja insistió en que la rectoría del transporte debe mantenerse en manos del Estado. Además, resaltó que la mejor política social es un transporte público de calidad.
El funcionario mexiquense adelantó que su entidad trabaja en un esquema de impuestos progresivos para financiar el transporte público. Lo anterior, con la visión de que quienes más tienen, aporten más para subsidiar a los sectores más vulnerables.

En el mismo sentido, Hugo Isack, Responsable de ONU-Habitat para Ciudades Inteligentes, subrayó que las ciudades deben dejar de “romantizar el uso del automóvil” y poner al centro a las personas.
Las naciones más eficientes en electromovilidad son las que priorizaron la calidad de vida y la salud urbana”, sostuvo.
El representante de la ONU señaló que el 75% de las ciudades mexicanas son urbanas y concentran más de 96 millones de habitantes. Esto, subrayó, exige políticas integrales.
En ese sentido, propuso la creación de un Fondo Nacional de Electromovilidad, financiado con recursos provenientes de refrendos y tenencias, que permita invertir en infraestructura y proyectos sostenibles.
Asimismo, planteó la necesidad de un Consejo Nacional de Electromovilidad con participación multisectorial para definir una hoja de ruta de largo plazo.

Conectar a los más vulnerables
Desde su perspectiva, Germán Redondo Suárez, Titular de la Unidad de Estrategia Corporativa y Comercial del Tren Maya, destacó que México tiene capacidad para realizar proyectos de gran escala.
El Tren Maya demuestra que los mexicanos podemos construir obras de más de mil 500 kilómetros en cuatro años, con un enfoque de desarrollo regional y justicia social”, apuntó.
Redondo explicó que el proyecto no sólo es turístico, sino que también impulsa la movilidad local y la interconexión regional. Asimismo, destacó que las estaciones del tren son polos de desarrollo económico y cultural para las comunidades del sureste.

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