Una movilidad eficiente, segura, sostenible e incluyente es esencial en cualquier ciudad del mundo, ya que impacta directamente en la calidad de vida de la población, así como en su productividad y desarrollo personal y profesional. Por ello, el diseño moderno de los sistemas de transporte debe sustentarse en una visión integral que articule la participación de los sectores público y privado, con un enfoque centrado en las personas y no exclusivamente en los vehículos.
Conscientes de este reto, la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM), fundada en 2017, tiene como objetivo coordinar los esfuerzos de autoridades municipales y estatales en México para mejorar la movilidad urbana y generar un impacto positivo en el bienestar y desarrollo integral de la ciudadanía.
Estos esfuerzos son encabezados por Ricardo Serrano Rangel, Coordinador General de Movilidad en Aguascalientes, quien desde 2023 funge como Presidente de la AMAM, promoviendo una visión más humana y accesible.
La movilidad es un derecho humano que debe ser asequible, democrático, sustentable y que, además, permita garantizar otros derechos fundamentales como el acceso a la educación, al trabajo, a la salud o al esparcimiento”, explica el directivo en entrevista con Alianza Flotillera.
Desafíos para movilidad integral
De acuerdo con Ricardo Serrano, quien es activista ciclista y padre de ocho hijos, uno de los principales retos para diseñar una movilidad integral es garantizar que las personas cuenten con suficientes alternativas de transporte para realizar sus actividades diarias de manera eficiente.
Estos desafíos implican múltiples frentes: contar con infraestructura adecuada y segura, renovar el parque vehicular, reducir las emisiones contaminantes y planificar las ciudades con una visión incluyente, especialmente hacia las periferias. Además, subraya, el transporte público debe ser seguro, accesible y asequible para toda la población.
Por ello, la AMAM sirve como un espacio de reflexión e intercambio de conocimientos, donde actores gubernamentales y del sector privado pueden dialogar para aprender de experiencias previas y así optimizar tiempos, recursos y esfuerzos en favor de una mejor movilidad.
El ejecutivo subraya que el diseño de una movilidad integral debe basarse en cuatro pilares fundamentales:
- Marco jurídico: Contar con leyes, reglamentos, normas y lineamientos claros.
- Gestión operativa: Enfrentar el reto logístico que implica operar el transporte público, apoyándose en herramientas tecnológicas para su administración eficiente.
- Capacidad técnica: Formar y contar con personal calificado para resolver los desafíos cotidianos de la movilidad.
- Sostenibilidad financiera: Asegurar los recursos necesarios, lo cual implica superar resistencias desde diversos sectores: servidores públicos, usuarios, concesionarios y la sociedad en general, por ejemplo.
Agenda Nacional
Para atender estos grandes desafíos, la AMAM, con el respaldo del Instituto de Recursos Mundiales (WRI) México y de las empresas que integran su Consejo Promotor, coordinadas por la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), presentó una propuesta de Agenda Nacional de Movilidad 2024-2030 al gobierno de México.
Este plan, explica Ricardo Serrano Rangel, se estructura en torno a cinco ejes rectores:
- Institucionalizar la política nacional de transporte público colectivo urbano.
- Financiar infraestructura y vehículos que permitan implementar dicha política pública.
- Reducir las emisiones contaminantes del transporte en las ciudades.
- Garantizar la seguridad vial y personal, así como la equidad y la inclusión social.
- Cuidar a todas las personas promoviendo un entorno urbano seguro y accesible para todos.
Debido a su vocación docente, como catedrático y Rector de la Universidad Tecnológica de Aguascalientes en 2016, Serrano subraya que la suma de esfuerzos es clave para transformar la movilidad en el país. Esto implica la participación activa de autoridades locales y estatales, la iniciativa privada, la sociedad civil y, especialmente, la academia.
La academia nos aporta un capital humano invaluable que puede incorporarse tanto al servicio público como al sector concesionario o social. Además, proporciona el conocimiento para mejorar los sistemas de transporte y resolver las problemáticas que afectan directamente a los usuarios”, destaca.
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