Tras más de un año de negociaciones, en Argentina, Buenos Aires, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el mandatario de Canadá, Justin Trudeau y el presidente de México, Enrique Peña Nieto, firmaron el Tratado de Libre Comercio 2.0 o T-MEC en un ambiente ríspido y previo al inicio del G20.
Las modificaciones al T-MEC fueron planteadas por Trump tras su llegada al gobierno de EU y durante el periodo de negociaciones las amenazas de deshacer el tratado nunca cesaron además de que la relación con Canadá y México se deterioro, inclusive más con Trudeau ante las aseveraciones del mandatario estadounidense.
El pacto se firma el día previo a la entrega de poder de Enrique Peña Nieto a Andrés Manuel López Obrador, quien con Jesús Seade dio seguimiento a las negociaciones.
Ahora el acuerdo pasará a las diversas cámaras legislativas de los tres países para ser aprobado, con lo que podrá entrar en vigor. Sin embargo, en Estados Unidos hay voces que aseguran que quieren modificaciones ya que su país no alcanza las ventajas comerciales que buscaba.
El T-MEC repercutirá en el sector debido a las nuevas reglas de origen que se impondrán, así como al valor de contenido regional y los salarios a trabajadores involucrados.
Miembros del sector como Daimler Vehículos comerciales de México aseguran que ellos ya cumplen con los requerimientos del nuevo tratado desde que llegaron al país “desde entonces hemos promovido mucho esta parte de trabajar con proveedores locales”.
En el sector del autotransporte, la Canacar ha alzado la voz para denunciar lo que ellos consideran un acto discriminatorio en cuanto al paso de camiones mexicanos a Estados Unidos se refiere.