México se posiciona a la vanguardia en Latinoamérica y por delante de otros mercados mundiales en crecimiento con la nueva norma propuesta por la SEMARNAT para regular las emisiones de vehículos pesados.
Este proyecto de norma, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de diciembre de 2014 para consulta pública durante 60 días, está alineado con los estándares que ya se cumplen en el resto de Norteamérica y en la Unión Europea, por lo que, de publicarse como Norma Oficial Mexicana, requerirá que prácticamente se eliminen las emisiones de partículas finas y carbono negro de los vehículos diésel nuevos, así, México se une a un reducido grupo de países que cuentan con las mejores normas de su tipo, basadas en el uso de filtros de partículas.
Con la implementación de estos estándares de clase mundial y de medidas que apoyen la adopción acelerada de tecnologías más limpias se prevén importantes beneficios en la calidad del aire, la salud pública, el combate al cambio climático y también para la industria y los consumidores.
El Consejo Internacional para el Transporte Limpio (ICCT) calculó los costos y beneficios del proyecto de norma y concluyó que, en el año 2037, la nueva norma evitará seis mil 800 muertes prematuras que, de no adoptarse, se darían por la exposición de la población a las emisiones de partículas finas (PM2.5) en las zonas urbanas de todo el país. Ese año se evitará la emisión de 24 mil toneladas de PM2.5, 17 mil toneladas de carbono negro y 410 mil toneladas de óxidos de nitrógeno (NOx). La reducción en carbono negro equivale a reducir 54 millones de toneladas de CO2 (considerando el potencial de calentamiento global a 20 años), lo cual también contribuye a la lucha contra el cambio climático.
En términos monetarios, la implementación de esta norma entre 2018 y 2037 tendrá beneficios económicos netos acumulados para el país que suman 123 mil millones de dólares.
Asimismo, se prevén también beneficios adicionales en la salud, aún no cuantificados, como la reducción de casos de asma, bronquitis, infartos, ataques al corazón y otros padecimientos cardiacos y pulmonares.
Este proyecto de norma ha sido una prioridad para las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) involucradas en temas de calidad del aire y salud pública. Gustavo Alanís Ortega, director general del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), reconoció el esfuerzo de las OSC mexicanas que participaron en el proceso de elaboración de la propuesta.