En los últimos 25 años, asociaciones como ANTP, ANPACT y CANACAR han impulsado fuertemente la industria, compromiso que se mantiene vigente de cara a nuevos tiempos
1998 fue un periodo importante en materia de crecimiento, infraestructura carretera, impulso en el intercambio de mercancías y desarrollo de actividades productivas; previo al año 2000, el autotransporte de carga y pasaje iba tomando fuerza como uno de los eslabones más importantes dentro y fuera de México.
¿Qué ha pasado en los últimos 25 años y qué retos ha tenido que sortear la industria para consolidarse como uno de los pilares en la economía nacional?
“En 1998 veníamos de una situación complicada, resultado de la crisis de 1994, las ventas de vehículos en aquel entonces eran de 28 mil unidades, las exportaciones sumaban 15 mil unidades y se producían 38 mil unidades”, explica Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
Hoy, a un cuarto de siglo de distancia, Elizalde refiere que nuestro país enfrenta un proceso de recuperación similar, resultado de la crisis generada por la pandemia, aunque las cifras distan de ser similares.
De acuerdo con el directivo, 2023 cerraría con un mercado interno de 41 mil unidades, es decir, un crecimiento cercano al 50%. En este periodo de 25 años las exportaciones y la producción tendrían incrementos en un orden que va del 1,000% y 431%, respectivamente.
Estos números “demuestran que el crecimiento ha sido muy relevante, con una consolidación muy clara del Tratado de Libre Comercio (TLC), ahora Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), siendo la exportación de tractocamiones uno de los grandes logros de la industria”, asegura.
Sostiene que entre los desafíos inmediatos está el de avanzar a cero emisiones e implementar el nuevo valor de contenido regional del T-MEC a 70% en 2027, lo que se suma al reto de mantener el liderazgo en la fabricación de vehículos.
Tecnología, eficiencia y seguridad
Para el titular de ANPACT, no se puede hablar de la evolución del autotransporte en el último cuarto de siglo sin hablar de tecnología.
Desde los motores que empleaban EPA 98/ Euro III hasta su paso por Euro VI/ EPA 10, así como el arribo de vehículos con tecnologías alternas como el gas natural, presente desde 2013 y la exportación del primer vehículo de baterías.
“Actualmente los vehículos tienen un diseño más aerodinámico y mayor eficiencia energética. Sistemas como frenos ABS, frenos auxiliares y el sistema automático de ajuste de frenos han ido avanzando en aspectos de seguridad, aún sin que sea obligación en México tenemos unidades más seguras”.
Desde su trinchera, el organismo ha trabajado para impulsar el tema de equidad de género con la Red Mujeres Autotransporte, además de fomentar los temas de seguridad vial a través de la publicación de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial y participar como fundadores de la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM), a fin de promover una movilidad más eficiente.
Promotores de mejores prácticas
Para Leonardo Gómez, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), entre los cambios más relevantes que ha tenido el autotransporte en los últimos 25 años, destaca la construcción de mejores prácticas operativas y tecnológicas para alcanzar una mayor productividad, seguridad y cuidado del medioambiente, donde la capacitación, la modernización de la flota y el recurso humano han sido elementos clave para el desarrollo en la logística y el transporte de carga.
En este contexto, desde su creación en 1995, la ANTP trabaja para promover mejores prácticas en seguridad vial, cuidado ambiental, movilidad, desarrollo de infraestructura para una mayor productividad logística y el transporte con el objetivo de aumentar la competitividad del país.
“Impulsamos la profesionalización del sector a través de eventos especializados, generando un vasto acervo con hechos y datos que den soporte a las solicitudes de los socios ante el gobierno y otras organizaciones en beneficio del bien común”, agrega.
Tres grandes momentos
Hablar de modernización y atender los problemas del sector ha requerido de asociaciones que representen los intereses de la industria y promuevan su desarrollo; tal es el caso de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), comandada para el periodo 2023-2024 por Miguel Ángel Martínez Millán, quien enlista los cambios más relevantes que ha tenido el autotransporte en los últimos 25 años.
El primero, la defensa del sector de carga mexicano en la firma del Tratado de Libre Comercio (TLCAN). Afirma que las condiciones operativas en las que se pretendía dejar al sector no eran equitativas, y aunque aún hay áreas de oportunidad en el comercio transfronterizo, el papel de la cámara fue fundamental para conservar la operación de las empresas mexicanas en territorio estadounidense.
“Un segundo momento clave en el autotransporte mexicano radica en la actualización del marco normativo y fiscal, que si bien, han sido constantes, en los últimos años se ha robustecido. Por ejemplo, se actualizó la NOM-012 de pesos y dimensiones; y se creó la NOM-068 de tiempos de conducción y pausas. También, en 2020 conocimos la nueva regla del Complemento Carta Porte y la digitalización de la licencia federal. Estos cambios, sin duda, reflejan la ruta que seguirá el país y el autotransporte hacia el corto y mediano plazos”, señala.
Agrega que el tercer gran momento del autotransporte está por llegar con el nearshoring, ya que México tiene enfrente un momento histórico que no puede desaprovechar. Por lo que, afirma, no basta con lograr la instalación de plantas de manufactura, sino que es importante acompañar la llegada de inversiones con la generación de mano de obra calificada, condiciones de seguridad, política fiscal y normativa que dé certidumbre, entre otros cambios.
En este contexto, Martínez Millán destaca que a lo largo de 25 años el organismo ha fungido como interlocutor entre transportistas y autoridades de todos los niveles para generar cada vez mejores condiciones de operación
y desarrollo.
Precisa que desde 2011, CANACAR instauró el modelo de Semilleros de Operadores, proyecto que a la fecha suma 24 Centros de Formación Dual a nivel nacional, además de participar activamente en la adhesión del robo al autotransporte en cualquiera de sus modalidades al catálogo de delitos graves que ameritan la prisión preventiva oficiosa en 2019, además de impulsar la prohibición de la venta y uso de los inhibidores de señal de radiofrecuencia, conocidos como ”jammers” en el año 2020.
Nuevos y viejos desafíos
A decir de Leonardo Gómez, uno de los desafíos de mayor peso es consolidar el transporte de carga en sus diferentes modos, como columna vertebral del país, pues a través de éste es que todos podemos tener en casa, hospitales, mercados, centros de trabajo, entre otros, todo lo necesario para el desarrollo de la vida diaria.
Precisa que si bien México es un país privilegiado por su ubicación geográfica, el transporte de carga enfrenta desde hace algunos años temas muy específicos que interfieren en el correcto desarrollo de las operaciones logísticas.
Asuntos entre los que destaca la sobrerregulación en estados y municipios, donde las empresas tienen que pagar un permiso adicional por realizar maniobras de carga, descarga y por transitar, etcétera, elementos que impactan negativamente en las operaciones y al consumidor final.
Advierte que también persiste la inseguridad en carreteras y caminos del país, ya que además del robo de mercancías, las compañías transportistas se preocupan y ocupan del secuestro, la retención de operadores y el robo de unidades completas.
Estos nuevos retos se mezclan con tareas pendientes como la seguridad vial, la capacitación a los operadores, la renovación del parque vehicular y no menos importante, la digitalización del transporte, como lo es la implementación del CFDI con Complemento Carta Porte.
Finalmente, el presidente nacional de CANACAR, Miguel Ángel Martínez Millán afirma que entre los desafíos que debe resolver el autotransporte para mantenerse es necesario avanzar en renovación vehicular, trabajar en la generación de más y mejores operadores, profesionalizar el sector empresarial, combatir la sobrerregulación y romper las barreras fronterizas.
Además de fortalecer el comercio internacional, fortalecer la descarbonización del transporte, simplificar y digitalizar los trámites, impulsar la infraestructura carretera y portuaria y, por último, afinar la estrategia fiscal que garantice un ambiente de negocios atractivo para la llegada de más inversiones.