El presidente ejecutivo de Ford, Bill Ford, dijo hoy que los problemas futuros de transporte en un mundo que para 2050 tendrá nueve mil millones de habitantes y cuatro mil millones de vehículos “podrían ser problemas de derechos humanos” y precisó que es necesario replantearse el desarrollo del automóvil.
Ford realizó estas declaraciones al inició hoy en Detroit de la conferencia “Go Further with Ford”, en la que durante los tres próximos días especialistas del sector, diseñadores, pensadores y representantes de medios de comunicación tratarán las tendencias futuras del mundo del automóvil.
En la apertura de la conferencia, Ford dijo que en un mundo con 4.000 millones de vehículos, frente a los mil millones que existen hoy, “las dificultades del transporte” que se avecinan “se pueden convertir en problemas de derechos humanos”.
Ford citó el caso del enorme embotellamiento de tráfico que en 2010 atrapó durante semanas a miles de conductores chinos en la autopista que une Pekín con Tíbet.
Ford dijo que ese atasco “es la punta del iceberg” de lo que el futuro puede deparar, y que calificó de “atasco global” si no se replantea el sistema de transporte.
El bisnieto del fundador de la empresa, Henry Ford, también afirmó- “No podemos ser antagonistas con ninguna otra forma de transporte”, y apuntó a que la solución tiene que pasar por descerrajar el potencial que representan los computadores que hoy en día equipan todos los automóviles modernos.
Ford también señaló que la compañía que dirige no está enfrentado a Apple por el desarrollo del sistema Sync, un sistema informático que equipa la mayoría de sus últimos automóviles, y alabó a la compañía fundada por Steve Jobs.
“Es una gran compañía y no queremos estar en batallas con nadie. Sync es una plataforma ‘agnóstica’ que puede ser utilizada con cualquier aparato. Pero ¿me gustaría trabajar en el futuro con Apple? Por supuesto”, afirmó Ford.
Ford, al que muchos en la industria del automóvil le calificaron como un “comunista verde” cuando llegó a Ford hace 30 años, también reveló que muchas veces pensó en tirar la toalla y dejar la compañía que creó su bisabuelo por la resistencia que encontró a aceptar políticas más medioambientales.