El Centro de Transporte Sustentable EMBARQ México (CTS), El Poder del Consumidor, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señalaron que este incumplimiento ha traído consecuencias tanto en la salud de la población como en la competitividad de la industria.
Estas organizaciones comentaron que el suministro de combustibles con bajo contenido de azufre en conjunto con la introducción de nuevas tecnologías vehiculares, reducirían en forma importante las emisiones contaminantes a la atmósfera, lo cual permitiría evitar aproximadamente 56 mil muertes prematuras, 166 mil casos de bronquitis crónica, 6 millones de días de trabajo perdidos y 78.4 millones de días de actividad restringidas por enfermedades respiratorias, trayendo un beneficio económico de 11 mil 373 millones de dólares. Esto representaría al país, un ahorro de más de seis mil 690 millones de dólares (valor presente neto), según datos calculados para el periodo 2008-2040 por el “Estudio de Evaluación Socioeconómica del Proyecto Integral de Calidad de Combustibles. Reducción de azufre en gasolinas y diesel”.
De acuerdo a este estudio, elaborado por la Secretaría de Medio Ambiente y Pemex Refinación, desde 2006 se supo que se requerían cuatro mil 683 millones de dólares para la modernización de 18 plantas de destilados intermedios (diesel y turbosinas), la construcción de 11 plantas de pos tratamiento de gasolina, cuatro hidrodesulfuradoras de diesel y siete plantas secundarias (cuatro de hidrógeno, tres de azufre y una de generación de energía eléctrica).
El contar con combustibles con Ultra Bajo contenido de Azufre (UBA) ayudaría, además, a reducir los contaminantes, principalmente las partículas suspendidas que ponen en riesgo a la salud de la población, como lo demuestran los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde señalan que cada año mueren en México más de nueve mil personas por la exposición prolongada a partículas PM10, mismas que son generadas por el uso del combustibles con alta concentración de azufre.
IMCO, Cemda, EPC y CTS EMBARQ México coincidieron en señalar que, desde el 2009, PEMEX debió iniciar la distribución de combustibles UBA en toda la República Mexicana, como lo establece el calendario de la Norma 086, NOM-086-SEMARNAT-SENER-SCFI-2005; sin embargo la Paraestatal no ha cumplido con dicha normatividad y no hay claridad de que esta disposición pueda cumplirse pronto, lo que pone en riesgo la salud de la población y la competitividad del país.
Explicaron que de 2006 a 2010 la Cámara de Diputados asignó a Programas y Proyectos de Inversión de PEMEX Refinación un monto de mil 463 millones de dólares, pero Pemex decidió no ejercer el 74 por ciento de ese monto, y optó por ampararse contra el cumplimiento de la norma 086. (“Análisis del Presupuesto para Programas de Calidad de los Combustibles (Norma 086)”, Cemda-Fundar, septiembre 2011.)
Las organizaciones resaltaron que si bien Pemex creó en 2006 cinco programas relacionados con la producción y distribución del diesel UBA, los recursos programados no fueron asignados (Programa Calidad de los Combustibles de 2006 a 2008, por ejemplo) o se ejercieron por debajo de lo programado (como el Estudio de Pre inversión para ingenierías básicas de Calidad de Combustibles, de 2007 a 2010). A pesar de lo anterior, el Congreso ha mantenido su apoyo presupuestal para la producción de diesel UBA y para 2012 autorizó más de mil millones de dólares a los programas
mencionados.
Finalmente urgieron a la paraestatal para que ya no posponga más el cumplimiento de la NOM 086, y se comprometa a ofrecer pronto combustibles limpios en beneficio de la salud pública, la competitividad del país y la renovación tecnológica del parque vehicular.
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