El Gobierno de México, en coordinación con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Secretaría de Economía (SE), presentó el “Acuerdo por el que se dan a conocer las condiciones ambientales a que se sujetará la importación de vehículos usados equipados con motor a diésel con peso bruto vehicular mayor a 3,857 kilogramos”.
En el acuerdo se decretó que, a partir de hoy, sólo podrán importarse al país vehículos pesados usados con motores cuya antigüedad no exceda los diez años. Esta medida busca reducir las emisiones contaminantes, mejorar la seguridad vial y avanzar hacia una modernización integral del parque vehicular nacional.
El nuevo instrumento establece que las aduanas verificarán el año de fabricación de los motores diésel de los vehículos que ingresen al país. De esta manera, se limitará la entrada de unidades obsoletas que no cumplan con los estándares ambientales vigentes en México. Lo anterior permitirá mitigar hasta en 90% las emisiones provenientes de tecnologías atrasadas.
Durante el evento, Miguel Ángel Martínez Millán, Presidente Nacional de CANACAR, destacó que este acuerdo es el resultado de más de dos años de trabajo técnico e interinstitucional.
Hoy damos un paso decisivo hacia la modernización de la flota del autotransporte de carga en México”, afirmó.
Martínez Millán subrayó que esta regulación promueve condiciones más justas y sustentables. Esto favorece la competitividad del sector, la generación de empleos y la renovación de unidades más eficientes y seguras.

El objetivo es descarbonizar la industria
Por su parte, Alicia Bárcena Ibarra, Titular de la SEMARNAT, señaló que la descarbonización de la economía mexicana es un compromiso ineludible. Al respecto, apuntó que el sector transporte representa el 23% de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero.
Modernizar el parque vehicular es una acción estratégica para avanzar hacia una economía que crezca sin contaminar”, subrayó.
Bárcena explicó que esta decisión se alinea con tres ejes clave para descarbonizar la economía: modernizar el parque vehicular, mejorar la calidad de los combustibles y establecer regulaciones más estrictas.
En ese sentido, la funcionaria detalló que, aunque los vehículos diésel representan menos del 5% del parque vehicular nacional, son responsables del 61% de las partículas contaminantes emitidas por el transporte.
Además, recordó que desde enero de 2025 todos los vehículos pesados nuevos a diésel comercializados en México deben cumplir con regulaciones ambientales más estrictas. Esto incluye filtros de partículas capaces de eliminar más del 95% de las emisiones.

En su intervención, Marcelo Ebrard, Secretario de Economía, resaltó que la medida garantiza un trato equitativo entre productores nacionales y las unidades importadas.
No se puede permitir el ingreso de vehículos que no cumplan las normas ambientales mexicanas”, aseveró.
Asimismo, añadió que esta regulación tendrá un impacto inmediato en la mejora de las condiciones ambientales y en la salud pública.
Ebrard reconoció la iniciativa de CANACAR, que “propuso la regulación desde hace más de un año”, y agradeció la colaboración de la SEMARNAT en su diseño técnico.

Tenemos demasiadas incertidumbres para avanzar: Manuel Sotelo


