En los últimos años, investigadores y empresas han invertido tiempo y dinero para impulsar el uso de combustibles menos contaminantes. Si pensamos en algunos ejemplos, podemos encontrar que ya existe diésel de ultra bajo azufre, gas natural y electricidad pero qué hay de los biocombustibles.
Los biocombustibles son una mezcla de sustancias orgánicas que se utilizan como combustible en los motores de combustión interna. Derivan de la biomasa, materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía.
Para la obtención de estos se pueden utilizar especies de uso agrícola tales como el maíz o la mandioca, ricas en carbohidratos, o plantas oleaginosas como la soja, girasol y palmeras. También se pueden emplear especies forestales como el eucalipto y los pinos.
Al utilizar estos materiales se reduce considerablemente el dióxido de carbono (CO2) que es enviado a la atmósfera terrestre ya que estos materiales lo van absorbiendo a medida que se van desarrollando.
Los biocarburantes más usados y desarrollados son el bioetanol y el biodiésel.
- El bioetanol, también llamado etanol de biomasa, por fermentación alcohólica de azúcares de diversas plantas como la caña de azúcar, remolacha o cereales. El productor principal es Estados Unidos. El bioetanol puede usarse como oxigenante de las gasolinas (6%), como mezclas en las mismas (hasta un 85%), o como sustituto de las gasolinas en vehículos Flex Fuel como se actualmente se realiza en países como Brasil.
- El biodiésel se fabrica a partir de aceites vegetales nuevos o usado; en este caso suele usarse colza, canola, soja o jatrofa, los cuales son cultivados para este propósito. El principal productor de biodiésel en el mundo es Alemania.
Situación en México
El uso de bioenergéticos representa el 8 por ciento del consumo de energía primaria en México. De acuerdo con la Secretaría de Energía, México cuenta con un área agrícola importante, potencialmente alta para la producción de etanol y biodiésel.
Actualmente existen diversos proyectos para la producción de etanol anhidro, biodiésel y biogás, además que se está fomentando la investigación científica y el desarrollo tecnológico para bioenergéticos de segunda generación.