Poco a poco, la sociedad y el mundo entero retoma sus actividades, sin embargo, para encarar al futuro se deben tener planes de continuidad de negocio que permitan mejorar los procesos de logística y operación, siempre cuidando a los trabajadores.
Hugo Ruiz, vicepresidente de Logística, Operaciones y Cadena de Suministro en Colgate-Palmolive México, dio a conocer algunas prácticas que se pueden seguir para proteger la salud de los colaboradores.
En los centros de trabajo
En el webinar “Mejores prácticas para evitar la propagación del COVID-19 en la logística y cadena de suministro”, que organizó GS1 y Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (CONALOG), el directivo indicó que la primera es una práctica que se hizo común en estos días y es capacitar a la gente en prácticas de higiene y previsión. “Lavarse las manos con agua y jabón, estornudo de etiqueta, guardar la sana distancia”.
Otra recomendación es monitorear los lugares de trabajo e identificar al personal en condición vulnerable.
Este punto lleva al tercero que es identificar al personal clave que opera procesos clave en el negocio, esto los ayudó a darse cuenta de la importancia de cada una de una de las áreas para el buen funcionamiento de la empresa.
“Cuándo nosotros identificamos al personal vulnerable y lo mandamos a su casa para protegerlo nos dimos cuenta que gran parte de ese personal era montacarguista, que es un personal calificado y certificado que no pudimos reponer con gente de otras posiciones”, reconoció, por lo que tuvieron que capacitar en “fast track” a otro personal para reubicarlo.
Indicó que entre más especializado es su trabajo, más complicado es reemplazar a este personal, por eso es importante identificar personal clave por adelantado para desarrollar estrategias de como operar en que alguna de estas personas se vea afectada o se tenga que retirar de la operación.
En las plantas, evitar al máximo y en la medida de lo posible el intercambio de personal entre los turnos, para evitar contagios entre turnos. Para cumplir con las necesidades de la planta, ellos extendieron los turnos laborales de ocho horas a once con sus respectivos tiempos extras.
Segregar actividades, es decir separar las áreas internas de las operaciones exteriores, evitar al máximo que las áreas se mezclen para evitar contagios potenciales.
Para el uso de equipos y herramientas como montacargas o el mismo teléfono hay que sanitizar estos elementos.
“Es importante mencionar las áreas como salas de espera o salas de juntas, necesitamos destinar áreas específicas con sana distancia donde la gente pueda estar”, recomendó.
“Una medida fundamental que desde el principio establecimos fue la verificación de la temperatura corporal de los trabajadores, visitantes y toda persona que ingrese a las instalaciones, al principio fue complicado, todos nos enfrentamos al pico de la demanda de los termómetros, pero lo resolvimos con escáneres”, explicó.
En esta contingencia la planta no cerró, pues ellos producen productos básicos de limpieza y de la canasta básica, por lo que fue importante mantener abiertos los comedores y cafeterías, sin embargo, colocaron barreras físicas y desarrollaron ciclos de desinfección en áreas comunes para evitar contagios.
Ante el público
Para el personal que tiene interacción con otras personas “es fundamental el uso de equipo de protección para nuestra gente que tiene que intercambiar documentos, materiales, herramientas, eso es muy importante. Un equipo de calidad que les ayude a protegerse y en la medida de los posible en cada cambio de turno y entre procesos puedan lavarse las manos con agua y jabón”, explicó, sin embargo, si no se puede cumplir con esto recomienda poner dispensadores de gel antibacterial en zonas estratégicas para que la gente tenga acceso a ellos de manera permanente.
Señaló una estrategia reducir al máximo el uso de efectivo. “Actualmente existen tecnologías que nos puedan ayudar en este tema”, dijo.
En el transporte
Para el personal del transporte recomendó el uso de equipos se protección con máscaras faciales, cubrebocas y uso de guantes, además de implementar como una regla al inicio y cambio de turnos sanitizar las unidades, limpiar las cabinas de trabajo y todos los puntos de contacto.
Otra práctica que encontraron importante fue el uso de transporte privado para el personal, “vale la pena pues mitigamos el riesgo de contagio”.
Innovador proceso
Como parte de sus protocolos llevaron a cabo un innovador proceso que consistió en una simulación de riesgo de contagio donde encontraron varias áreas de oportunidad para mejorar sus protocolos.
“Pensamos que ponernos los trajes de protección era algo sencillo, pero no saben lo complicado que fue”, reconoció.
Recalcó que tener una comunicación transparente es lo más valioso para manejar esta situación y que de manera colaborativa se resuelvan los problemas.
Ahora que la reapertura gradual de las operaciones empresariales está a la vuelta de la esquina, el directivo indicó que es importante desarrollar protocolos de seguridad y estrategias de protección y los puntos que reveló les pueden servir para implementar o crear nuevos puntos para sus empresas.