| Logros del Proyecto Retrofit |
 En un esfuerzo conjunto de autoridades y organizaciones de la sociedad civil se demostró que en la Ciudad de México es posible reducir hasta en un 90 por ciento las emisiones de partículas provenientes de los escapes de autobuses de pasajeros a diesel, que se asocian con alrededor de 4 mil muertes prematuras y con 2.5 millones de días de trabajo perdidos al año, se informó en conferencia de prensa organizada por el Centro de Transporte Sustentable (CTS).
El secretario del Medio Ambiente del gobierno del Distrito Federal, Eduardo Vega, así como representantes del Centro de Transporte Sustentable y de la Red de Transporte de Pasajeros del gobierno del Distrito Federal (RTP), participaron en la conferencia donde informaron que la reducción de emisiones de partículas se realizó durante un año en el proyecto piloto llamado Retrofit. |
Resultados del Retrofit
El proyecto Retrofit se realizó durante 12 meses bajo la coordinación y administración del CTS, y consistió en instalar en 20 autobuses del módulo 23 de RTP tecnologías para el control de contaminantes, previamente verificadas por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (US Environmental Protection Agency, US-EPA).
Las pruebas realizadas consistieron en la instalación de 12 filtros de partículas (DPF) en autobuses modelo 2001 de inyección electrónica y 8 convertidores oxidativos (DOC) en autobuses modelo 1991 de inyección mecánica, los cuales fueron abastecidos con diesel de ultra-bajo contenido de azufre, importado desde los Estados Unidos con apoyo de Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Los resultados del proyecto Retrofit mostraron que en unidades modelo 2001 con DPF es posible reducir las partículas (PM) hasta un 90 por ciento. Además, el uso de estos equipos permite también reducir las partículas menores a 300 nanómetros conocidas como ultrafinas en un 99 por ciento.
En el caso de los vehículos más antiguos (inyección mecánica), la concentración de partículas emitidas se redujo hasta en un 44 por ciento.
De acuerdo con la RTP, la operación de estas unidades no implicó aumentos en el consumo de combustible ni costos adicionales por su mantenimiento con respecto al resto de los autobuses de su flota.
Es así como se comprobó que incluso en lugares como la Ciudad de México, con un numeroso parque vehicular y una altitud de 2 mil 240 metros, es factible la operación de vehículos a diesel, que son mucho más limpios para el ambiente, esto debido al uso de las tecnologías comercialmente disponibles para mejorar sus emisiones.