Reduciendo costos de operación de flota vía gases efecto invernadero

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Es posible generar importantes cantidades de flujo positivo en la operación de flota (con un efecto neto de reducción de costos), a partir de disminuir la emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI). El pasado 17 de diciembre, en Québec, Canadá, los países integrantes del Protocolo de Kyoto, terminaron de oficializar los procedimientos de un mecanismo que permite a los 122 países que lo han adoptado a nivel voluntario (como México), “vender” sus reducciones de emisiones a los 35 países comprometidos a reducir su nivel de emisiones de Gases Efectos Invernadero (GEI). El esquema definido para estas “ventas”, se denomina Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).


Este mecanismo permite convertir la disminución de emisiones en certificados de reducción (bonos de carbono), los cuales comercializados en un creciente y demandante mercado internacional, se convertirán en un ingreso para la operación de flota (ver Gráfica-1), logrando como efecto neto reducir el Costo Unitario de Transporte (CUT), de aquellas flotillas que se preocupen por mejorar su eficiencia ecológica.

Las bases del mecanismo

Ante la imposibilidad de eliminar la emisión de GEI, la sociedad moderna ha optado por métodos de “mitigación”, es decir de reducir el total neto de emisiones enviadas a la atmósfera, restándole así velocidad al fenómeno de cambio climático, cuyas enérgicas manifestaciones estamos empezando a sentir.

En este contexto, la reducción de emisiones es global, por lo que ayuda lo mismo si se reduce en la República Checa, que si se logran reducciones en Sudáfrica o en México; lo importante es reducir la tasa total con la que estos gases han venido integrándose a la atmósfera.

En los países avanzados, cuyos procesos industriales y actividades comerciales ya cuentan con altas eficiencias ecológicas, se requiere invertir en costosas tecnologías para alcanzar niveles mayores de eficiencia. En países en desarrollo, con bajas eficiencias tecnológicas, lograr reducciones de emisiones tiene también un alto costo, pues además de los gastos en procesos ecológicos, es necesario invertir en infraestructura y en ocasiones hasta en desarrollo tecnológico. Las ventajas se presentan en países con economías medianamente desarrolladas y por eso la flotilla de distribución mexicana está ante una gran oportunidad de desarrollo sustentable.

Ante la situación descrita en el párrafo anterior, el Comité Ejecutivo de la Convención de Cambio Climático de las Naciones Unidas UNFCCC (por sus siglas en inglés); estableció el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), por medio del cual los países desarrollados con el compromiso adquirido de reducir sus emisiones de GEI, pueden “comprar” esas reducciones en otros países siempre y cuando estos también sean miembros del Protocolo de Kyoto.

La unidad de medida

Para dimensionar los niveles de emisiones en un proceso, estas se miden en toneladas de bióxido de carbono equivalente (TCO2E), pero para efectos de la “compra-venta”, se utilizan “bonos de carbono”, cabe aclarar que el nombre oficial dado por el organismo UNFCCC, es el de “Certificados de Reducción de Emisiones” o por sus siglas en Inglés CER’s.

Si en un proyecto MDL, se logra reducir una tonelada de bióxido de carbono equivalente en un año, entonces se puede obtener un “bono de carbono”, el cual podría ser vendido en Madrid, o Londres a € 27.65 ($ 33.40 USD). La cotización de un bono de carbono, varía diariamente, pero se espera que mantenga una relación a las multas que el Protocolo de Kyoto establece para aquellos países que no cumplan con sus reducciones, dichas multas oscilarán de $40 a $100 USD por tonelada no disminuida, durante el primer período forzoso de reducción que va de enero del 2008 a diciembre de 2012.

El método a emplear

Ya se cuenta con un método definido para poder recibir ingresos de las reducciones de emisiones de nuestra flotilla, la TABLA A, muestra los aspectos más importantes de dicho método.

Al momento de registrar el proyecto de reducción de emisiones, se determina el periodo durante el cual el proyecto estará vigente, se puede optar por un solo periodo de 10 años o bien por tres periodos sucesivos de 7 años cada uno. Es importante hacer notar que una vez integradas a la operación las prácticas de reducción de emisiones y seleccionada la opción para el periodo, la flotilla podrá recibir el beneficio económico de los bonos de carbono hasta por cada uno de los 21 años de posible vigencia del proyecto.

Los elementos de un proyecto MDL Todo proyecto MDL, debe ser registrado ante la autoridad ecológica local asignada con la representación del Protocolo de Kyoto en el país. Para registrar el proyecto, este debe contar con un documento de diseño del proyecto en cual se describe que acciones se tomarán y que efectos tendrán estas acciones a fin de lograr la reducción de emisiones de GEI. El siguiente elemento del proyecto a considerar, es la línea base, que es el nivel de emisiones al que “debe” operar o al que “actualmente” opera la flotilla. Siendo la diferencia entre estos dos criterios, la posible existencia de una norma obligatoria ya establecida. Es decir, si una flotilla opera a niveles de emisiones superiores a los permitidos por la norma ecológica local, entonces la Línea Base será definida por los niveles permitidos por la norma vigente. Otro elemento del proyecto es la inclusión de un plan de aseguramiento de calidad, por medio del cual todas las acciones contenidas en el diseño del proyecto, sean registradas y documentadas para ser auditadas en eventuales actividades de verificación y monitoreo. El último elemento del proyecto se conoce como metodologías, entendiéndose este como el diseño del algoritmo matemático que permite convertir los niveles de actividad de la operación de flota, en toneladas de bióxido de carbono equivalente (TCO2E) y que se ha usado tanto en la determinación de la línea base, como en el cálculo de la reducción de emisiones de la flotilla. Para muchas aplicaciones, este elemento es de alto grado de dificultad y se obtiene a través del diseño de costosos experimentos. Para el caso de proyectos de operación de flota, Cosmo Consulting cuenta ya con los factores derivados de estos algoritmos aplicables a los combustibles más usados por la flotilla de reparto mexicana. El MDL y la flotillaDentro de la clasificación de los proyectos de Mecanismo de Desarrollo Limpio, la operación de flota cae en tres categorías • Proyectos de transporte • Proyectos de cambio de combustible • Proyectos de eficiencia energética En todos los casos la esencia del proyecto consiste en reducir emisiones de GEI, ya sea como resultado de una mejor administración de flota, o por el empleo de un combustible más limpio que produzca menores emisiones, o por el uso más racional y controlado del combustible; o bien aplicando el enfoque desarrollado por Cosmo Consulting; el cual consiste en estructurar una estrategia con una mezcla optimizada de cada una de las tres opciones. Autor: Ing. Antonio Vidal Carrillo Socio Responsable del Área Desarrollo Estratégico de Negocios [email protected]

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