De acuerdo con los datos de Overhaul, el robo al transporte de agroquímicos en México incrementa en la temporada de verano, coincidiendo con el aumento de la producción agrícola que se da entre los meses de mayo y septiembre.
En específico, las estimaciones dicen que durante este periodo habrá un aumento del 43% de los delitos de robo al transporte de agroquímicos.
El aumento en los robos de este producto y la circulación de productos ilegales o falsos ponen en riesgo la saludo de los consumidores y la competitividad del sector agrícola, por lo que las cadenas de suministro deben tomar medidas para evitar ser víctimas de este delito.
Cuatro estados, principales focos rojos
El robo al transporte de agroquímicos se localiza en 81% dentro de cuatro estados:
- Puebla, con 32%
- Guanajuato, con 20%
- Jalisco, con 20%
- Estado de México, con 9%
Además de estos estados, el reporte de Overhaul revela que los delincuentes se enfocan en unidades pesadas:
- Tractocamiones, 63%
- Torton/ Rabón, 25%
- Camionetas de carga pequeñas, 10%
En cuanto a horario y días, los robos a transporte de agroquímicos se concentraron en su mayoría de martes a viernes, con un 55% ocurriendo entre las 07:00 y las 12:00 horas, y un 17% entre las 21:00 y las 23:00 horas.
Regulaciones
Además del robo a agroquímicos, el sector agrícola padece el mercado ilegal de insumos y a el aumento de productos sanitarios que no cumplen normas sanitarias ni de seguridad. La mayoría de estos productos se venden sin registro ante la COFEPRIS, por lo que carecen de etiquetas adecuadas y no cuentan con certificaciones oficiales, dificultando su rastreo y control.
Ante esta situación, las autoridades y asociaciones del sector destacan la importancia de surtir agroquímicos sólo en centros autorizados y verificar su legalidad en los registros oficiales. Aunque la falta de vigilancia y corrupción sigue siendo una parte importante de este problema.
Esto refleja los desafíos a los que se enfrenta la cadena de suministro y demuestra cómo este tipo de afectaciones impactan en pérdidas económicas y riesgos de seguridad alimentaria, salud pública y sostenibilidad ambiental.
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