Sin carreteras no hay transporte

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Círculo vicioso o virtuoso
 Los caminos acercan comunidades, pueblos, ciudades, países; y esa cercanía ayuda al comercio, la economía, la cultura, el conocimiento y el progreso. El transporte acerca a personas entre pueblos y mercancías de los centros de producción a los centros de consumo. Por lo anterior, caminos y transporte son sinónimos de progreso, crecimiento y desarrollo.
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar…”: Antonio Machado

Un poco de historia

El antecedente más remoto de las carreteras en México se describe en Los Aztecas de Víctor Von Hagen: “tenían caminos, casas de descanso a los lados de ellos, dioses de caminos, y por medio de la escritura pictográfica, una buena forma de comunicación”. De tal manera que los caminos son otra de las múltiples aportaciones de los Aztecas.

Y ya hechos los caminos, a fuerza de transitarlos caminando a lomo de mula, fue que apareció el primer transportista: Sebastián de Aparicio. “El robusto gallego, primero en poner novillos en yugo y fabricar una carreta, ejerció el oficio de carretero en la ruta México-Veracruz; transportó mercancías y pasajeros durante diez años. Aparicio comparte honores con Pascual Carrasco, a quien se considera el introductor de vehículos de carga pesada. Este carro, al igual que la carreta, tiene dos llantas de hierro, pero es de mayor tamaño. En ocasiones era preciso hasta jalarlo con 16 mulas”.

Previo a la consumación de la Conquista ocurre el primer suceso de importancia para la historia del transporte en México: “la tecnología española se incorpora a la construcción de canoas. En 1521 se construyen en Tlaxcala 13 bergantines bajo la dirección de Martín López, los cuales son transportados, para su ensamble, por 8 000 tamemes a Texcoco”.

Poco a poco, y a través de los siglos, se fue construyendo el México moderno que hoy tenemos; un México que aspira a jugar en las grandes ligas luciendo la camiseta de los Tratados de Libre Comercio para conquistar un buen lugar en el mundo de la globalización.

Fortaleza o debilidad

La infraestructura carretera es de vital importancia porque por conducto de ésta se realiza el intercambio de productos y el traslado de personas tanto al interior como al exterior del país.

Sin embargo, aún falta mucho por hacer ya que la infraestructura carretera no satisface las necesidades actuales de transporte de carga y de pasaje y, además, está muy lejos de ser eficiente y competitiva, lo cual se traduce en una debilidad.

Según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) México tiene 349 mil 219 kilómetros de caminos: el 45.68 por ciento son caminos rurales; el 19.16 por ciento son brechas mejoradas; 11.92 por ciento son federales libres; 2.13 por ciento caminos estatales, y sólo el 1.99 por ciento son de cuota.

De los casi 350 mil kilómetros de carreteras, 28.21 por ciento son de dos carriles y sólo 3.07 por ciento son de cuatro carriles que cumplen con las condiciones técnicas de seguridad para que circulen los vehículos modernos con los pesos y las dimensiones que se establecen por norma.

El estado de las carreteras también deja mucho que desear. De los casi 350 mil kilómetros, solamente 33.48 por ciento están pavimentados, 43.26 por ciento son revestidos y 23 por ciento son terracerías y brechas.

Según la SCT en el 2004 el porcentaje de carreteras de la red federal en condiciones aceptables era del 75 por ciento, cifra superior en 61 por ciento al registrado en el año 2000. Esta mejoría, dice la dependencia, ayudó a reducir en los últimos 4 años, un 60 por ciento los accidentes en carretera.

En el comparativo entre México y Estados Unidos hay un diferencial enorme, pues en nuestro país existen 3.3 kms. por cada mil habitantes y en el vecino país del norte tienen 22.6 kms. por cada mil habitantes.

Según el comparativo internacional de densidad carretera, elaborado por The World Competitiveness Yearbook 2000, en México tenemos 0.14 kms. de carretera por cada km2 de territorio mientras que en Estados Unidos tienen 0.64 kms. de carretera por cada km2 de territorio. El más alto es Japón con 3.04 kms.de carretera por cada km2 de territorio.

Origen y destino

Durante la administración de Carlos Salinas de Gortari se concesionaron alrededor de 6 mil 300 kilómetros en 23 proyectos carreteros -autopistas de cuota- a empresas constructoras, sin embargo, la falta de aforo vehicular y la crisis económica de 1995, entre otros factores, derivó en el fracaso de la mayoría de las concesiones. Posteriormente, durante la administración de Ernesto Zedillo el rescate carretero significó para los mexicanos 25 mil millones de pesos.

Con el presidente Vicente Fox, el modelo de concesión cambió, ya que pretende garantizar que no se repitan los errores zedillistas. La coinversión es el esquema en el que participa el gobierno federal, la iniciativa privada, inversionistas y agentes financieros. El primer proyecto bajo este nuevo concepto es la carretera Irapuato-La Piedad.

Una de las grandes ventajas en este modelo de coinversión es la construcción de carreteras libres las cuales en el pasado no eran interesantes para los inversionistas. Hoy, bajo este esquema conocido en otros países como “cuota sombra”, es posible invertir en este tipo de carreteras ya que el que paga las cuotas es el mismo gobierno y no los usuarios.

Con estas políticas el gobierno del presidente Fox recoge no sólo las experiencias amargas que dieron lugar al rescate carretero, sino que también escucha nuestras sugerencias de modernizar tramos importantes de carreteras ya existentes, y solamente en aquellos casos en donde realmente se justifica la apertura de una nueva carretera lo están haciendo. El gobierno está poniendo mucho énfasis en mantenimiento y modernización, dice la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) a través de su director general, Refugio Muñoz.

Y agrega: “el gobierno federal está siendo coherente en materia de infraestructura carretera, sin embargo las necesidades y el rezago es tan grande que el esfuerzo y los recursos siguen siendo insuficientes. La responsabilidad –dice- no corresponde solamente al gobierno, sino que es una responsabilidad de todos nosotros, de buscar formas, mecanismos, políticas, reformas que realmente contribuyan a que el estado tenga los recursos necesario para resolver los problemas no sólo en materia de infraestructura sino en educación, etc.”.

No alcanza…

En 2004 las inversiones en infraestructura carretera ascendieron a 56 mil millones de pesos: 8 mil millones para conservación y 48 mil millones para construcción y modernización. Así, la inversión 2000-2004 alcanzó la cifra de 106 mil millones de pesos que significan 3.36 veces lo invertido en el periodo 95-98, pero que sigue siendo insuficiente de acuerdo a las necesidades de transporte de carga y pasaje en el interior del país.

Recientemente la SCT dio a conocer a través de Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos (Capufe) que durante el 2005 se invertirán 132.7 millones de pesos en la construcción y conservación de diversos tramos carreteros y puentes de cuota lo cual permitirá “mejorar la circulación vehicular en las diversas regiones del territorio nacional”.

Este proyecto incluye la rehabilitación del mayor número de tramos de los ejes carreteros como México-Cuernavaca-Acapulco; México-Querétaro-Irapuato; México-Veracruz; Monterrey-Nuevo Laredo; León-Lagos de Moreno-Aguascalientes; La Tinaja-Cosoleacaque; Estación Don-Nogales y Las Chiapas-Ocozocoautla, “vialidades por las que se desplaza el 80 por ciento del producto que se comercializa en el país”. Además, proporcionará mantenimiento menor a 4 mil 506 kilómetros de carreteras.

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