México carece de normatividad que promueva y regule un adecuado funcionamiento del transporte escolar y que brinde una mayor seguridad a los estudiantes de todos los niveles, especialmente a los de nivel primaria, en sus traslados a los centros escolares.
Contrariamente a lo que sucede en países como Chile o España, en donde este tipo de transporte está bien reglamentado, en el país es necesario fomentar la normatividad y la aplicación de reglas para que estas unidades sean más seguras, reconoce el Centro de Experimentación y Seguridad Vial México.
En la mayoría de las ocasiones, el prestador del servicio de transporte escolar es independiente a la escuela y no suele apegarse a la escasa normatividad que “exigen” en esta modalidad los reglamentos de tránsito del país.
En México es común ver sobrecupo en las unidades o situaciones de riesgo como que los niños saquen su cabeza o los brazos de la unidad, al tiempo que son observados por los agentes de tránsito sin que éstos hagan ningún tipo de observación al conductor.
CESVI explica que en diversas naciones la normatividad en este rubro está implementada hace varios años por lo que la regulación del transporte escolar tiene “más forma” que en nuestro país.
En Chile, la Ley exige que en todas los modelos posteriores a 2007 tengan cinturones de seguridad de tres puntos y que un niño ocupe un solo asiento, en tanto los conductores de transporte escolar deberán haber aprobado un curso en una escuela de conductores profesionales, además de estar inscrito en el Registro Nacional de Servicios de Transporte Remunerado de Escolares.
En España, el Real Decreto 443/ 2001 es la Ley que se encarga de regular la seguridad en el transporte infantil, el cual es revisado y modificado de forma permanente
Este decreto que trata las condiciones que deben cumplir los transportes de menores y hasta anteriormente dependía de las Comunidades Autónomas, no se aplicaba en todas las regiones de la misma manera, pero a partir del curso 2007- 2008 tuvo modificaciones y ahora debe cumplirse obligatoriamente en toda España.
También se estipula que las unidades no deben tener más de 10 años de antigüedad, tener un gobernador (control de velocidad) y al igual que en Chile, se exige que el transporte tenga cinturones de seguridad de tres puntos.
En nuestro país, advierte el CESVI, lamentablemente se ha adquirido mucho transporte chatarra, principalmente de Estados Unidos, adaptándolo como parte del sistema de transporte urbano de pasajeros y escolar, sobre todo en los estados fronterizos del norte.
Las unidades importadas son, en algunos casos, modelos con más de 10 años de antigüedad, en mal estado y que generan un grado importante de contaminación al medio ambiente.
Sin embargo, reconoce el organismo, ha habido algunos esfuerzos como el del Gobierno de la Ciudad de México, para impulsar el transporte escolar y otorgar el servicio con la puesta en marcha de más de 100 camiones de transporte escolar hace algunos años.
Asimismo se ha desarrollado una labor de capacitación a los operadores por parte de profesionales y especialistas en seguridad vial de Israel.
A continuación, CESVI MEXICO hace una serie de recomendaciones para los padres o tutores de infantes y detalla las normas que deben adoptarse para el traslado correcto de los niños:
• Cuando se acerque el autobús, mantener al niño siempre alejado de él, por lo menos dos metros de distancia y esperar a que el vehículo se acerque hasta la banqueta y se detenga totalmente para subir.
• Evitar peleas y empujones de los pequeños por querer ser los primeros en subir al autobús.
• No caminar por detrás de la unidad, ya que el conductor no podrá verlos.
• Al pasar por delante del vehículo, hacerlo con cierta distancia respecto a la parte frontal de la unidad para que el conductor pueda verlos.
• Aconsejar a los chicos de que si se les cae algún objeto cerca del autobús, nunca lo recogerlo ellos mismos, es decir que pidan ayuda a su acompañante o al conductor, ya que se exponen a que el chofer arranque sin percatarse de su presencia.
• Cada niño debe ocupar un asiento e ir correctamente sentado.
• Pedirle el niño que no altere el comportamiento de los otros niños durante el trayecto, ya que si varios lloran y hablan muy alto pueden provocar que el conductor pierda la concentración.