El transporte refrigerado es un gran aliado de las grandes ciudades que reciben insumos que necesitan tener un control en su temperatura, pero el consumo de energía y de combustible que conllevan suelen ser un gran gasto.
Para poder ahorrar en el uso de combustible, y por consiguiente en dinero, la Comisión para el Uso Eficiente de la Energía ha dado una serie de tips para optimizar el consumo de energía.
- Fijar el control de temperatura de la unidad de refrigeración de acuerdo con el producto que se va a transportar.
- No obstruir el evaporador.
- Revisar que no haya fugas del refrigerante (escarcha en las mangueras).
- Revisar el motor de la unidad de compresión: niveles de combustible, aceite del motor y el estado de las bandas.
- Apagar la unidad de refrigeración durante la carga del producto.
- Revisar que en las paredes de la caja no haya grietas o agujeros.
- Controlar la humedad y temperatura de la caja.
- Permitir la libre circulación del aire frío por los empaques del producto y de los pallets.
- Preenfriar la caja de la unidad antes de cargar el producto.
- Revisar los sellos de las puertas (hermeticidad).
- Distribuir la carga y utilizar los dispositivos para asegurar la misma (puntales).